Uno de cada tres niños valencianos de entre 2 y 17 años no está en su peso, una realidad contra la que hay que luchar desde casa pero también desde el colegio. Los nutricionistas valencianos alertaron ayer de esta «pandemia» de sobrepeso y obesidad de los niños y adolescentes valencianos y reclamaron mayor control en los comedores escolares -donde ya comen cuatro de cada diez menores- para intentar revertir estas cifras e intentar que esos criterios de dieta saludable se apliquen también en casa.

Y es que según el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, Codinucova, existen todavía centros escolares en los que la salud de los pequeños no es el objetivo que prima para diseñar los menús sino otros criterios como «el precio» de los productos, «la rapidez de sus preparación en cocina, los gustos de los comensales o el tiempo de que dispone cada grupo de niños en el comedor».

Como resultado, y según advirtieron ayer, todavía hay colegios valencianos con «carencias y desequilibrios nutricionales graves» en los menús que ofrecen a los pequeños y que están lejos de las recomendaciones de los expertos que las consellerias de Sanidad y Educación recogieron el año pasado en una guía básica para elaborar menús escolares sanos y equilibrados.

«La Generalitat Valenciana publicó hace casi un año una nueva guía para los menús en comedores escolares. No obstante, al tratarse de recomendaciones, todavía no existe una aplicación efectiva en muchos centros educativos», criticó ayer Inma Girba, miembro de la comisión de Comedores Saludables del colegio oficial de Nutricionistas.

La guía oficial de la Generalitat Valenciana, presentada hace menos de un año, recomendaba servir un mínimo de dos raciones de legumbres a la semana y cuatro o más raciones de verduras y hortalizas y otras tantos como mínimo de fruta fresca. Por contra, se pedía limitar el arroz, la pasta y las pizzas a dos raciones semanales, al igual que la carne, evitando las carnes procesadas y la carne roja como el bacon o los embutidos, tipo salchichas. Frente a esta limitación, desde Codunicova advierten de que hay incumplimientos graves como servir abundantes carnes procesadas en los colegios: «como fiambres, nuggets de pollo y salchichas, y carne picada en forma de albóndiga y hamburguesas», además de precocinados y procesados de pescado y «patatas y arroces de harina blanca y lácteos azucarados», olvidando las raciones mínimas en legumbres, huevo y verduras frescas.

«Toda esta alimentación diaria desequilibrada, junto al incremento del sedentarismo, contribuye a un aumento progresivo de peso, al que va aparejado la aparición de caries y, con los años de sobrepeso acumulado, problemas articulares, alteraciones cardiovasculares, además de que pueden presentar enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión, de forma más temprana», añadía Girba.

Azúcares encubiertos

Según los datos aportados por el colegio profesional, el 12 % de niños valencianos entre 2 y 17 años tiene sobrepeso y casi el 17 % es directamente obeso, y la C. Valenciana estaba ya la tercera en el ranking de las autonomías con mayor número de niños obesos, una situación «alarmante» contra la que había que actuar también atajando los mensajes publicitarios que reciben los más pequeños.

«Este segmento de población toma con bastante frecuencia bebidas azucaradas y presenta un elevado consumo de bollería, dulces y ultraprocesados, debido a, entre otras cosas, la publicidad engañosa que etiqueta a productos con altos contenidos en azúcares, sal y grasas de mala calidad como 'recomendables' o 'enriquecidos'», según advertía Luis cabañas, secretario del colegio profesional.