Un nuevo horizonte electoral parece cobrar forma. La mayoría de dirigentes consultados, en todos los partidos valencianos, intuye que la tercera campaña en menos de un año está a la vuelta de la esquina. La imposibilidad de que PSOE y Unidas Podemos alcancen un acuerdo que permita, con la abstención de otras fuerzas, una nueva investidura y un Gobierno estable con Pedro Sánchez al frente empieza a poner a los partidos ante el escenario de la repetición electoral que, por lo que cuentan en privado, muy pocos ansían.

Las declaraciones en público de integrantes de las dos formaciones que tienen algo que decir sobre el posible acuerdo (socialistas y podemistas) animan para que llegue el pacto, aunque sea in extremis. Pero sin micrófonos, la gran mayoría presiente que las elecciones son inevitables. El aroma que se respiraba ayer en los pasillos de las Corts, en el regreso de los principales dirigentes a la actividad, era de pesimismo. La mayoría asume ya con resignación la repetición.

Entre los socialistas empieza a temerse que «lamentablemente» la distancia entre Sánchez e Iglesias aboca a nuevas elecciones, aunque insisten en que los comicios no deberían producirse y menos después de las 307 medidas para un Gobierno progresista que ayer anunció el presidente en funciones. Unas medidas que creen que sería irresponsable por parte de Podemos no aceptar. Pero el pálpito es que habrá elecciones.

En Podemos los hay optimistas y pesimistas. Desde quien vislumbra elecciones y ve el acto de ayer de Sánchez como el anuncio de la campaña y quien cree que en ningún caso se puede dar por descartado el acuerdo y llama a pelearlo hasta el final. Fuentes moradas en la Comunitat Valenciana aseguran que de las elecciones de abril salió una clara mayoría que pide un entendimiento de la izquierda y que hay que intentarlo hasta el último minuto, aunque hay quien mira ya al mes de noviembre.

En el entorno del síndic de Compromís, Fran Ferri, también creen que habrá elecciones, ya que consideran que si no se ha producido ya un acuerdo entre socialistas y Podemos será complicado que ocurra cuando se acerca el fin del plazo. La coalición cree que Sánchez ya ha empezado la campaña electoral y le reprocha su rechazo al gobierno de coalición. Lo dijo ayer el diputado Joan Baldoví que considera que las medidas anunciadas por Sánchez le sitúan en campaña electoral. «Acaba de empezar la campaña. Sánchez hace el primer mitin rodeado de los suyos. Gobierno progresista sí, pero no plural», escribió Baldoví en su perfil de una red social.

En Ciudadanos también se apunta a una repetición de las elecciones, que en el entorno de Toni Cantó no gusta en absoluto y se asumirá porque no habrá más remedio. La campaña electoral, en el caso de que se produjeran comicios, apartaría el foco de las Corts en el inicio de curso, cuando Cantó tiene depositadas en el debate parlamentario muchas esperanzas tras el buen resultado de las autonómicas con los 18 diputados. En la formación naranja se respira cierto disgusto a una nueva convocatoria porque el resultado se presenta muy incierto. Todas las encuestas apuntan a una subida del PP a costa de Ciudadanos y Vox, por lo que los comicios no llegarían en buen momento para el partido de Rivera, con una posición complicada.

También la cúpula popular parece convencida de que habrá nueva cita electoral en noviembre ante la falta de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. Fuentes del entorno de Bonig indican que ese escenario es factible y que están preparados para ir elecciones. Los populares valencianos creen que en la hoja de ruta de Pedro Sánchez siempre ha estado repetir elecciones para mejorar sus resultados. Al PP es al único partido que parece agradarle la repetición electoral. Aparentemente es el que se siente cómodo y cree que es el que mejores expectativas tiene.