El curso 2019-20 empieza con 3.293 alumnos más en las aulas valencianas, a pesar de que la Comunitat encadena en la última década tal caída de la natalidad, que los datos revelan que la estadística es similar a la de la posguerra, pero con el doble de población. Esto no se refleja en las cifras de inicio de curso que ayer hicieron públicas el conseller de Educación Vicent Marzà, y el secretario autonómico de Educación y FP, Miquel Soler.

Además de ese aumento del 0,4 % de alumnado de segundo ciclo de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, también crece el número de los más pequeños de Infantil (de 0 a 3 años): estos días se esperan 46.280 niños y niñas en las escoletes y las aulas gratuitas de dos años. Esto supone un 3 % más que en 2018-19 y un 21 % desde que el Botànic llegó al Consell.

En cuanto a las plazas gratuitas de dos años, lo que empezó siendo un programa piloto ya se ha consolidado, con 15.102 plazas gratuitas -630 más que el curso anterior- repartidas en 772 aulas, tanto públicas como privadas. «Se trata de una etapa fundamental para la sociabilización y así contribuimos a la conciliación laboral y familiar», apuntó Soler. Por su parte, Marzà aseguró que la Comunitat Valenciana «es el único territorio en el que sube la matrícula» en este nivel y las aulas gratuitas se han multiplicado por cinco con el Botànic. Al aumento de matrícula y la oferta gratuita, también se suman los cambios en el bono infantil, que cuenta con un presupuesto de 55,5 millones.

Asimismo, este curso se incorpora más profesorado: 1.507 docentes (2 %) que hacen que la cifra total se eleve hasta los 71.689, un nuevo récord en el sistema educativo valenciano, que sigue in crescendo. Esto va ligado a una rebaja de ratios, que se queda en 20,6 en los colegios. Además, según la conselleria, se recuperan todos los tutores generalistas en Primaria, lo que revierte uno de los principales recortes y salda una de las reivindicaciones de las ampa y los sindicatos.

12.000 escolares en barracones

Por otro lado, la Conselleria de Educación calcula que se invierten en cada alumno un total de 6.351 euros, un 25,7 % (1.299 euros) más que en 2014-15 y 444 euros más que el curso pasado. En esta cantidad se incluye Xarxa Llibres, de lo que se benefician el 83 % de las familias; las becas de comedor; los recursos que se utilizan para innovar y llevar a cabo la inclusión en las aulas; y la mejora de las infraestructuras.

Respecto a este último punto, ya hay 708,6 millones de euros comprometidos para actuar en 537 centros, dentro del plan Edificant, del que se podrían remodelar hasta un total de 762 escuelas e institutos, que ya han iniciado algún tipo de trámite, según actualizó ayer Soler.

En cuanto a los barracones, en 2014-15 el Botànic heredó 26 centros íntegramente en aulas prefabricadas, de los que se han construido 13, más dos nuevos. En total, 4.400 alumnos han dejado las aulas prefabricadas (2.000 de ellos lo hacen este septiembre), y aún quedan 12.000, entre los que se encuentran los trasladados por obras parciales. El conseller explicó que la diferencia es que «antes se trataba de barracones estructurales y no había construcciones planificadas; ahora todas las obras están previstas o en marcha y tiene sentido que estén en barracones temporalmente».

El lema elegido por la conselleria para este curso es «L'educació que suma» y, según el conseller, 2019-20 «es el curso de sumar en inclusión, innovación, aulas dignas y Formación Profesional». Por esto, defendió que la «diversidad de alumnado enriquece el aprendizaje» y que «la legislatura ya ha valido la pena por el aumento de becas de comedor y porque las familias ya no pasan vergüenza por no poder comprar libros».

Marzà tampoco olvidó la situación económica de la C. Valenciana y pidió un sistema «que trate a los valencianos de forma justa» para «garantizar el pago a proveedores y trabajadores».