? La víctima, que trabajaba como enfermera en una residencia de ancianos, sufre secuelas permanentes que la incapacitan para trabajar y la convierten en una persona dependiente. Su agresor la dejó malherida, dándola por muerta, e ingresó en estado de coma en el Hospital La Fe de València y estuvo hospitalizada en varios centros durante más de un año. Por todo ello y por los daños cerebrales irreparables la sentencia impuso al condenado el pago de una indemnización de 740.000 euros.