El Juzgado de Instrucción número uno de Quart de Poblet ha impuesto a la hermana de un maltratador, condenado por intentar matar de una brutal paliza a su exnovia en Manises en septiembre de 2015, una orden de alejamiento de 200 metros respecto de la víctima, quien poco a poco trata de rehabilitarse de los daños neurológicos que le provocó su agresor. El padre de la agredida, en representación de su hija discapacitada a raíz de los golpes recibidos, ha denunciado un presunto delito de acoso por parte de este familiar del condenado, quien presuntamente estaría siguiendo a la joven y la habría fotografiado por la calle.

El Tribunal Supremo condenó al acusado -hermano de la ahora denunciada por acoso- a una pena de diez años y medio de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, al rebajar en tres años la pena inicial impuesta por la Audiencia Provincial de València, ya que no consideró acreditada la alevosía. Según los hechos probados, el condenado golpeó a su expareja en la cara, la cogió del cuello y la lanzó contra la pared, para después golpearla con el travesaño de una silla, dejándola inconsciente. El propio acusado admitió en el juicio que se marchó del domicilio creyendo que la había matado, como ya informó en su día Levante-EMV.

Como consecuencia de la paliza la joven permaneció cuatro meses en estado vegetativo y padece secuelas neurológicas graves. Según un informe médico aportado por su letrado, Francisco Canet, tras un largo periodo de neurorehabilitación, ahora que «había comenzado a estudiar de nuevo y que está haciendo un esfuerzo muy importante por recuperar proyectos», esta mejoría se ha visto impedida por el supuesto acoso ejercido por la hermana de su agresor, «quien parece que le ha estado siguiendo por la vía pública, haciéndole fotos y vídeos».

Así, «la paciente ha experimentado una reagudización muy grave de la angustia psíquica y de su inestabilidad emocional, apareciendo ideas de muerte, ansiedad, alteración del sueño, sentimientos de desesperanza e impotencia ante la idea de pensar que puede volver a sufrir una agresión».

La víctima asegura estar atemorizada ya que desde hace unos seis meses está siendo acosada por esta mujer. «Me sigue en el metro y en la calle, y me graba con el móvil», declaró ante el juez. Habitualmente este seguimiento se produce cuando ella va sola, salvo el día que la acompañaba su padre y que propició la denuncia. La mujer le contó que era la misma persona, aunque al ir sola no la reconocía. Desde entonces, «cree que la van a acuchillar por la espalda».

La investigada niega el acoso

Por su parte, la hermana del maltratador prestó declaración el pasado miércoles en los juzgados de Quart de Poblet, en calidad de investigada, y negó el acoso. Según su versión, nunca ha grabado con el teléfono móvil a la víctima de su hermano, incluso aseguraba no recordar que estuviera en la parada del metro de Manises donde supuestamente coincidió también con el padre de la joven. Eso sí, incidió en la idea de que la agredida, que ahora tiene 35 años, finge tener lesiones más graves de las que acredita la sentencia. «No va en silla de ruedas ni necesita a una tercera persona que le asista», aseguró ante el juez, precisamente el motivo por el que los familiares de la víctima están convencidos que la está acosando y se ha acordado la medida cautelar de alejamiento.