La Unió de Llauradors i Ramaders solicita al Ministerio de Agricultura una modificación del actual Plan Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina, así como una actuación urgente con medidas eficaces para controlar la fauna salvaje, fuente de transmisión de la enfermedad. La organización que lidera Carles Peris cree que la prueba que se realiza a las vacas (intradermotuberculinización) para comprobar la existencia o no de tuberculosis no está dando los resultados esperados. En este sentido, en el ejercicio 2018 se sacrificaron en la Comunitat Valenciana un total de 257 animales.

A esto hay que añadir que, a pesar de aplicar rigurosamente por parte de la Conselleria de Agricultura del protocolo establecido en el Plan Nacional de Erradicación, la prevalencia de los rebaños ha ido en aumento, pasando del 1,99% en 2016 hasta el 4,12% en el año 2018, constatando así que el actual sistema de detección de la enfermedad no funciona y existe un estancamiento en la lucha contra esta enfermedad bovina.