Los 47 kilómetros del bypass de València se pusieron en servicio al completo en 1992 con una previsión de 30.000 vehículos diarios. Veinte y siete años después los ingenieros y responsables de carreteras advierten desde hace años del peligro de colapso ya que las intensidad medidas diarias de vehículos oscila entre los 82.000 y los 89.500 vehículos. La presencia de tráfico pesado y la mezcla de tráfico de largo recorrido con el de corto recorrido o agitación también complican la conducción por la circunvalación de València. A pesar de la urgencia, la ampliación o mejora del bypass se dilata desde hace diez años. El proyecto de trazado y mejora de la seguridad vial se adjudicó a Ginprosa Ingeniería SL en el año 2009. Hasta marzo de 2014 no salió a información pública la propuesta de ampliación, que finalizó la tramitación ambiental en abril de 2018. Durante todo este tiempo el proyecto ha contado con la frontal oposición de los vecinos de la Canyada y de Paterna.