El presidente Ximo Puig se desplazó a Madrid para hacer una cumbre valenciana en el Senado. Allí mantuvo un encuentro con los senadores y los diputados en el Congreso elegidos por la C. Valenciana, donde estuvieron también el ministro de Fomento, José Luís Ábalos, y el de Ciencia, Pedro Duque. El PSPV sacó músculo porque es «el primer partido de los valencianos y tiene la máxima representación, tanto en el Congreso como en el Senado», dijo Puig. Se trata de una muestra del poder valenciano que el PSPV tiene en Madrid, sobre todo a colación de las últimas presiones que Puig ha recibido por parte de sus socios de Compromís y Unides Podem por la reivindicación de una adecuada financiación autonómica.

Precisamente, el objetivo de la reunión fue el de coordinar las acciones de los socialistas en ambas instituciones. Se trata de defender, todos a una, los intereses de los valencianos en Madrid. Se trata de ser «una correa de transmisión» de la agenda valenciana. Destaca la financiación justa y las inversiones adecuadas por parte del Estado. Puig se esforzó en recordar que los presupuestos de Pedro Sánchez contemplaban una inversión del 10% que correspondía al peso poblacional. Con la presencia de ambos ministros, también se abordaron las infraestructuras y el modelo económico.

La reunión entre Puig, Ábalos (que llegó empezada la reunión) y Duque se produce en un momento de máxima incertidumbre. Por un lado, la incógnita sobre si habrá pacto entre el PSOE y Unidas Podemos para evitar la repetición electoral, para la que Puig insistió en que hay «fórmulas diversas» para gobernar junto a los morados.

Por otro lado, en la reunión subyació la asfixia financiera que vive la C. Valenciana, pendiente de ajustar el gasto por el bloqueo de las entregas a cuenta por parte del Gobierno en funciones.