Las intensas lluvias que descargaron ayer en la Comunitat no tuvieron una gran incidencia en la mayoría de cultivos. No obstante sí que provocaron daños notables en las infraestructuras agrícolas de muchas zonas, sobre todo en las comarcas centrales y el sur, según denunicaron la Unió de Llauradors y AVA-Asaja.

Las infraestructuras de dominio público como barrancos, caminos o infraestructuras privadas como vallas, sistemas de riego por goteo o márgenes han quedado «completamente destrozados» y «tardarán en volver a la normalidad, según denuncian desde la Unió de Llauradors. Desde el sindicato agrícola demandaron a Generalitat y Diputaciones que reparen los desperfectos lo más pronto posible para poder acceder a las parcelas.

Entre los cultivos más castigados por los efectos del agua destaca la vid, donde se teme por la pérdida de gran parte de la cosecha en algunos términos municipales. Desde la Unió, estiman unas pérdidas de alrededor del 70% en las comarcas de la Costera y la Vall d'Albaida. Además, señalan desde la Unió que «a los posibles daños directos cabe añadir el retraso en las labores de la vendimia que ya se ha iniciado en algunas zonas».

El propio Carles Peris, secretario general de la Unió aseguró que el agua también produjo daños en las hortalizas de las comarcas la Vega Baja, y en zonas como Orihuela. Asímismo el temporal también afectó a cultivos como el de la alcachofa, o la granada.

Los sindicatos agrícolas también manifestaron preocupación por otros cultivos como el caqui, cuyo principal riesgo era la caída del fruto a tierra consecuencia del fuerte viento. Para los cítricos, según aseguraron, las lluvias fueron beneficiosas ya que el fruto todavía está verde, y el agua servirá para aumentar el calibre. En el interior, los daños producidos por el temporal fueron mucho más limitados y afectaron sobre todo a la almendra de la comarca de Utiel-Requena, aunque sin dañar de manera notable la cosecha.

Tanto desde la Unió de Llauradors como desde AVA-Asaja aseguraron que los daños en el campo serían mayores en el caso de las infraesructuras que en de los cultivos.

Pese a esto, persiste la preocupación en el Alt Vinalopó por si sigue lloviendo de forma continuada, aunque todavía no se perciben efectos negativos en las cosechas. En esta línea, José Francisco Sales, de AVA-Asaja afirmó que «la principal preocupación sigue centrada en el viernes y continuamos expectantes a cómo se desarrolla este episodio de tormentas y qué repercusión puede tener en los viñedos».

Fernando Durà, miembro del Comité Ejecutivo de la Unió señaló que «de momento ha llovido con conocimiento, poca cantidad durante mucho tiempo, y eso es beneficioso para los cultivos. Lo malo sería que ahora comenzaran a caer lluvias torrenciales, ya que los vientos huracanados con agua son el principal problema al que podemos enfrentarnos».