La vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, fue la primera en desfilar por las Corts para explicar las líneas estratégicas de su departamento. Oltra presentó un ambicioso programa social que en el contexto actual de asfixia en las cuentas públicas de la Generalitat supone un auténtico desafío. El paquete de anuncios incluye un plan de infraestructuras sociales para dignificar los espacios físicos donde se prestan los servicios sociales y varias estrategias en materia de infancia, juventud o la salud mental. Se comprometió a potenciar la figura del asistente personal y anunció proyectos novedosos como un observatorio que ponga en marcha una red antirrumores para frenar los delitos de odio.

Oltra defendió que la legislatura pasada fue la de la «atención a la emergencia social», mientras que la actual busca «consolidar el cambio». Sacó pecho por los avances en dependencia si bien admitió que queda trabajo por hacer. Además anunció tres leyes: igualdad, accesibilidad universal y la ley de diversidad familiar y soporte a las familias.

La oposición le echó en cara la situación de muchas familias que esperan las ayudas sociales y le ha pedido una mejor gestión pues no hay dinero para quienes lo necesitan pero sí para «enchufados y chiringuitos».