Cullera no quiere esperar ni un minuto y ya ha solicitado una reunión de urgencia con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar para analizar la suciedad que estos días se ha adueñado de la desembocadura del río y de las playas del sur de su litoral.

La causa es una gota fría que causó el estupor, durante la jornada del jueves, dada la crecida espectacular de afluentes del río Albaida que, a partir de Alberic, conectó con el Xúquer y acabó creando una ola de cañas que desbordó todo el cauce e inundó los campos aledaños, arrancando estructuras viarias y miles de toneladas de cañas aún verdes. La fuerza de la marea de cañas provocó imágenes impactantes desde Manuel a Cullera y ahora facilita una imponente estampa en las playas, totalmente inundadas de suciedad.

Es por ello que el consistorio que dirige Jordi Mayor quiere una respuesta rápida. Ya en anteriores ocasiones se denunció la situación y se exigió coordinación con el ente hídrico para no tener que costear todo el importe de la limpieza, valorado en centenares de miles de euros.

«La falta de previsión de la confederación a la hora de limpiar los cauces y los barrancos provoca todos los años estas situaciones y no es culpa nuestra, por lo que exigimos que se tomen medidas y no nos abandonen en una situación tan drástica como la actual», expresaron ayer fuentes del consistorio municipal.

Medidas

El Ayuntamiento de Cullera sí tomó, durante varios días antes del inicio de la gota fría, medidas para paliar sus efectos. Desde el pasado lunes, el servicio de Playas se dedicó a retirar parcialmente las pasarelas y sillas de socorristas en aquellas zonas que pudiesen verse más afectadas por el temporal marítimo, especialmente la playa del Dosel. Asimismo, se retiraron las zonas de playa accesible para evitar que resultasen dañadas por el oleaje en caso de que el agua las alcanzase.

Sin embargo, el problema «venía de arriba». Los ríos se llenaron con todos los desechos de los afluentes y barrancos y a través del Xúquer arrastraron miles de toneladas de cañas que hoy son un grave problema para Cullera. En la Playa del Marenyet desapareció la arena, inundada por restos.

El consistorio ribereño mantuvo ayer las medidas por el nivel rojo de prealerta por riesgos meteorológicos. Así, cortó parcialmente la avenida del Marenyet y se exigió precaución en el resto de vías, además de mantener cerrados los parques , las instalaciones deportivas y los jardines. No preocupó el nivel del río durante el día de ayer, aunque se mantuvo la alerta durante toda la jornada.