Paloma dejó el jueves como cada mañana a su hija pequeña con su madre antes de ir a trabajar al polígono Puente Alto. Su coche quedó anegado y fue trasladada al albergue situado en el colegio Virgen de la Puerta a las 21 horas. Le dieron calzado y ropa como a las 34 personas alojadas en el centro.

La lluvia no cesaba y a media noche llegaba al albergue un nuevo cargamento de material y camas para abastecer las nuevas llegadas de las personas desplazadas. Caras de cansancio, preocupación y conversaciones escuetas. Familias enteras, personas solas, cogían su sacos de dormir y la bolsa de comida que proporcionaba Cruz Roja Orihuela y se dirigían a las distintas aulas repartidas por el centro, una de ellas en la segunda planta de este colegio donde pasarían la noche. Algunos son vecinos de Redován. Regresaban a su casa del trabajo y les impidieron el paso ante las calles y avenidas anegadas. «Desde el coche veía mi casa pero me hicieron dar la vuelta» comentaba Gregorio, un vecino de Redován, en la entrada del albergue mientras fuera caía una gran tromba de agua. No era el único caso.

Durante toda la noche estuvo lloviendo de forma torrencial en Orihuela, y la ciudad amaneció ayer peor que anocheció. De hecho, a una de las aulas habilitadas para dormir también le había entrado agua. La situación era cada vez más complicada para los vecinos, y a primera hora de ayer el Centro de Coordinación Municipal anunciaba que habilitaba un segundo albergue provisional instalado en el Seminario para acoger a todas las personas que habían tenido que evacuar sus viviendas o no habían podido acceder a ella.