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Al menos 54 barrancos presentan un elevado riesgo de inundaciones

La CHJ añade ocho cauces más al listado de áreas con peligro grave de desbordamiento, que afecta a más de 60 municipios valencianos

Barranco de Porxinos en Riba-roja.

Al menos 54 barrancos de la Comunitat Valenciana presentan un elevado riesgo de sufrir inundaciones. Así lo refleja un informe publicado recientemente por el Ministerio de Transición Ecológica realizado a partir de la última revisión que se ha llevado a cabo del estado de los cauces que se encuentran en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

No obstante, el número de áreas en suelo valenciano con un alto peligro de que se inunden sería todavía mayor si se incluyeran los barrancos y ramblas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que precisamente han sido los más afectados por la última gota fría que ha provocado severas inundaciones sobre todo en toda la Vega Baja.

En total, el peligro de desbordamiento provocado por estos barrancos afecta a más de 60 municipios valencianos. Además, esta última valoración, realizada en base a los usos del suelo y a la delimitación de las áreas inundables, contabiliza hasta ocho barrancos más con alto riesgo de desbordamiento que el último informe emitido al respecto, publicado en noviembre de 2010.

La CHJ otorga una puntuación a cada una de las zonas que considera como sensibles. Un total de 54 de las que están en suelo valenciano superan el 7, por lo que se estima que el peligro en ellas es elevado. La provincia que alberga un mayor número de estos barrancos es Castelló, con 20, por los 18 de Alicante y los 16 de València.

En concreto, el cauce con una mayor exposición a una posible inundación, según el informe, es el barranco de la Murta, en Nules, con una valoración de 8,46; seguido por el área de Playa San Juan-El Campello -que afecta también a suelo de la capital, Alicante- con un 8,19. También presentan una calificación de riesgo superior al 8 el río Sonella o río Seco, que concierne a les Alqueries y Burriana; el barranco de Chinchilla, en Orpesa del Mar; el barranco de Soler, en l'Alfàs del Pi; la rambla de Alcalà, sobre Peñíscola y Benicarló; y Palmaret Bajo, que incluye afecciones sobre Burjassot, Godella, Rocafort, Tavernes Blanques y València.

¿Quién debe limpiarlos?

Ante este riesgo la limpieza de estos cauces se convierte en una maniobra fundamental para evitar males mayores frente a eventuales inundaciones como las producidas esta última semana en la mitad sur de la Comunitat Valenciana. Ahí es donde chocan las administraciones: en ver quién debe hacerse cargo de esa adecuación de los barrancos y las ramblas. La CHJ sostiene que la competencia en los tramos urbanos -tal y como indica la Ley del Plan Hidrológico Nacional?-corresponde a los ayuntamientos y los organismos autonómicos, es decir, a la Generalitat.

Sin embargo, la Conselleria de Medio Ambiente apunta a que la CHJ no se puede inhibir y considera que este organismo también tiene competencias en tanto en cuanto es «responsable de paliar los efectos de las inundaciones y sequías», según refleja la Ley de Aguas.

Sobre lo que no hay dudas al respecto es en el caso de las especies invasoras, como es el caso de las cañas. La Conselleria de Medio Ambiente es la encargada de controlar su presencia. No obstante, la administración autonómica asegura que no tiene la obligación de retirarlas. Así, desde Medio Ambiente aseguran que su acción depende de condicionantes como la disponibilidad presupuestaria o el grado de amenaza que suponen esas cañas invasoras para el ecosistema.

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