El cadáver del ciudadano holandés de 66 años desaparecido el pasado domingo tras caer en la acequia de Mayayo, en el municipio de Dolores, fue localizado ayer al mediodía por un voluntario en el azarbe de La Reina, en San Fulgencio, a unos diez kilómetros de distancia del punto donde desapareció.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tenían pocas esperanzas de encontrarlo con vida al cabo de 48 horas; a pesar de ello, a su búsqueda se sumaron el pasado lunes submarinistas y perros adiestrados de los GEAS de Madrid y Alicante y los GRS apoyados por helicópteros de la Guardia Civil y los Bomberos. Es la séptima víctima de la DANA que el pasado jueves tocó la península, afectando al sureste español, y la tercera que se registra en la Vega Baja.

El hallazgo fue realizado en una de las zonas donde más agua está entrando desde que el sábado se repararon las primeras fisuras en el río, en Almoradí, lo que aumentó el caudal en la desembocadura, afectando a Guardamar y a la huerta de San Fulgencio.

El azarbe de La Reina es el principal sistema de abastecimiento de los agricultores de este municipio. El cuerpo fue descubierto semiflotando, después de que se quedara enganchado en una estructura metálica, según fuentes oficiales. Al lugar se desplazaron agentes de la Guardia Civil de Guardamar, del GEAS de València, la UHEL de Huesca y efectivos del equipo de Rescate e Intervención de Montaña de Granada.

La zona exacta donde se rescató el cadáver se encontraba a menos de 300 metros de la carretera nacional 332. Fueron los buzos, pues el acceso hasta allí era imposible, lo que lo trasladaron a una zona de suelo firme el cadáver.

El fallecido estaba en el municipio de Dolores porque había venido a España a ver la casa que se habían comprado recientemente unos familiares. En un momento dado salieron de la misma y se acercaron a ver la acequia, que pasaba muy cerca, cayendo de forma accidental a la misma y desapareciendo en cuestión de segundos. Los familiares diaron aviso urgente, pero ya era tarde.

La gota fría sufrida en la Comunitat Valenciana, pero especialmente en la Vega Baja, se cierra con un saldo de vidas y millonarios daños materiales que aún están por evaluar, lo que no va a ser nada fácil pues hay miles de damnificados.

Los otros dos son un vecino de Redován de 58 años y otro de la pedanía oriolana de La Matanza, de 40, que fueron enterrados ayer después de desaparecer ambos en la jornada del viernes, la más trágica por la gran cantidad de agua que cayó, más de 450 litros en el municipio de Orihuela. Ambos se vieron arrastrados por las aguas.

Uno de ellos, cuando acudió en su vehículo al campo e intento auxiliar a otra persona y fue arrastrado. Mientras que el segundo iba en un ciclomotor. Su cadáver fue descubierto el sábado.

Las otras cuatro personas que han perdido la vida en otras provincias son dos hermanos que fallecieron el jueves, cuando comenzó a llover, en Caudete, Albatece, tras ser arrastrado el vehículo en el que viajaban. El viernes, un cadáver de un hombre de 36 años de edad residente en la localidad granadina de Baza cuya familia había denunciado su desaparición un día antes, fue localizado por un helicóptero en un lugar de difícil acceso y muy alejado del lugar donde previamente se había encontrado su vehículo.

También el viernes se rescató en Almería el cadáver de un conductor que perdió la vida en un paso subterráneo inundado por la lluvia en la capital almeriense.