Lo tenía todo a favor para convertirse, con el favor de Génova, en el nuevo referente del PP en la provincia de Valencia, pero el futuro político pinta mal para el alcalde de Alfafar, portavoz del grupo popular en la Diputación de València y presidente de la gestora. Al menos así lo considera la dirección regional del PPCV que preside Isabel Bonig, donde se da por hecho que, hoy por hoy, el proyecto de liderazgo de Adsuara está hecho añicos. La cúpula popular asume que a corto plazo dejará el cargo como portavoz de la diputación y ve finiquitadas sus aspiraciones de presidir el PP provincial. De hecho, según las fuentes consultadas el relevo en la diputación era inminente, aunque ha quedado congelado por las nuevas elecciones. La futura convocatoria electoral implica la paralización del congreso provincial.

La incertidumbre, no obstante, no ha impedido que el ruido de sables haya sido constante en una provincia que es un auténtico polvorín desde la caída del barón provincial, Alfonso Rus. Adsuara, uno de los pocos alcaldes con mayoría absoluta en la provincia, dio un paso al frente con la bendición de Pablo Casado, quien tras las primarias apostó abiertamente por él para tomar las riendas del grupo de la diputación y convertirse en referente de la provincia. De hecho, Casado forzó el relevo en la gestora y lo situó al frente con el fin de revalidar el cargo en unas primarias. Adsuara, que en su día también contaba con el aliento de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, vive, sin embargo, sus horas más bajas. Considerado un verso suelto en el PP, en pocos meses ha mantenido varios pulsos con Bonig y con el propio Casado, un enfrentamiento que le puso al borde de la dimisión por su negativa, tal como informó este diario, a incluir en la lista de diputados a Javier Montero, afín al líder nacional, y a respaldar la continuidad de Mari Carmen Contelles, número tres de Bonig en la ejecutiva.

El último episodio de la serie de desencuentros son sus reticencias a firmar de su puño y letra la personación del PP en los frentes judiciales abiertos la pasada legislatura. Además, en algunos círculos populares se asegura que Adsuara no está dando la talla al frente de la gestora y se da por hecho que tirará la toalla ante la falta de apoyos.

La versión, sin embargo, es distinta para su entorno: Adsuara no tendría prevista ninguna renuncia y aún no habría decidido si presentarse o no al congreso. Estas fuentes hablan de una campaña de acoso y derribo contra el alcalde que, recuerdan, puso el partido patas para arriba cuando acabó con la designación «a dedo» de los diputados provinciales. Según estas fuentes, en el grupo de la diputación, pese a la existencia de voces críticas, existe cohesión en torno a Adsuara. Estas voces recuerdan, además, que las listas parten de la gestora.