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Desencuentro

La asfixia económica y el reparto de asesores agrava la pugna interna en el PP

Los malos resultados electorales dejan la caja vacía y sin fondos para asumir la batalla en los tribunales - La tensión crece entre la gestora y la regional

La asfixia económica y el reparto de asesores agrava la pugna interna en el PP

La designación de los seis asesores a los que tiene derecho el grupo popular de la Diputación de València y la asfixia económica en la que se encuentra la organización del PPCV ha agravado la tensión entre la dirección regional y la provincial hasta el punto de que los puentes están prácticamente rotos. El desencuentro entre ambas viene de lejos y ha llegado al punto de que desde la cúpula regional que dirige Isabel Bonig se da por hecho que Adsuara dejará la portavocía del grupo y renunciará a su aspiración de convertirse en el barón provincial cuando tenga lugar el congreso provincial.

Las diferencias entre Adsuara y Bonig se acentuaron tras las elecciones autonómicas y municipales cuando llegó el momento de repartir los 8 escaños de diputados provinciales. El alcalde de Alfafar, y en su momento persona de consenso entre el PPCV y Génova para presidir la gestora, optó por acabar con la designación a dedo y permitir votaciones para elegir a los representantes de la corporación.

La fórmula generó muchos problemas internos y dejó fuera de la diputación a Mari Carmen Contelles, número tres del PPCV y persona de la máxima confianza de Bonig. El enfado de la dirección regional, que considera que Adsuara carece del liderazgo necesario para recomponer el partido en la provincia, fue mayúsculo. Sin embargo, el enfrentamiento no ha quedado ahí.

La penuria económica como consecuencia de los malos resultados electorales y la consecuente disminución de los ingresos (vía ayudas públicas) se ha apoderado de una organización que antaño nadaba en la abundancia.

En los últimos años, el PPCV ha tenido que reducir la plantilla y el personal de confianza ha sido uno de los afectados. De ahí que el reparto de los seis asesores de la diputación ha sido la penúltima de la batalla. Adsuara ha renunciado a situar a personas de su más estrecha confianza en estos puestos, pero no ha aceptado todas las peticiones de la dirección regional, que busca acomodo en otro lugar a su personal de confianza. Un pulso, en todo caso, que ha torcido aún más las relaciones.

Otro de los episodios recientes que ha enfrentado a ambas direcciones tiene que ver con las reticencias de Adsuara a continuar con las acciones judiciales emprendidas la pasada legislatura, con Maria Carmen Contelles como portavoz, y que afectan a casos de gran calado como el caso Alquería.

Desde la dirección regional se considera que no asumir la personación en este caso viene a ser una enmienda a la totalidad a la estrategia acordada en su día por Bonig y Contelles. Sin embargo, el motivo de fondo parece estar en la delicada situación de la caja del partido. Fuentes conocedoras de esta situación apuntan que hay problemas graves para seguir sufragando la batalla en los tribunales. Y esto es lo que Adsuara está valorando.

Acusaciones de irresponsabilidad

Mientras tanto, el entorno del presidente de la gestora cargó ayer contra la cúpula regional a la que acusó de «irresponsabilidad» por «abrir batallas internas» cuando España se encamina a unas nuevas generales. Fuentes de la gestora reiteraron que Adsuara está trabajando con su equipo con el único objetivo de que Pablo Casado sea el próximo presidente del Gobierno y lamentan la campaña en su contra pese a su actitud de puente en su día entre la regional y Génova en los tiempos más tensos.

Desde la gestora se insiste en que va a una con Génova y entienden que los movimientos en la dirección regional tienen que ver con la «falta de digestión» del resultado de las primarias nacionales. Una alusión de que la cúpula regional apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría y no a Casado, como hizo Adsuara.

Las citadas fuentes añaden que Adsuara está en contacto permanente con la dirección nacional, que, además, ha tomado nota de la situación. Con todo, otras fuentes admiten que la relación con Casado se ha resentido porque también se resistió a presionar par que Javier Montero tuviera acta provincial.

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