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Joan Lerma: "Europa ha contribuido más a la inestabilidad y al voto de protesta que los partidos"

Vaticina «tensiones» por las elecciones en el Consell, pero «las superarán» a pesar de «los francotiradores» - «La izquierda sí puede pactar en la C. Valenciana porque no está en juego la Constitución», sostiene

Joan Lerma: "Europa ha contribuido más a la inestabilidad y al voto de protesta que los partidos"

Es de los pocos políticos en activo que puede hablar con conocimiento de causa de los episodios y batallas en tierra valenciana de la Transición en adelante: es protagonista en primera línea de la vida pública desde 1979. Ante un café negro y un agua fría, a unos metros de su casa en València de toda la vida, se expresa con pocas dudas sobre un momento lleno de incertidumbres y marcado por la repetición de elecciones generales.

La gente está cabreada...

Unos más que otros... La repetición nunca es plato de buen gusto, aunque una parte del electorado que perdió tiene más ganas.

El escenario es de una inestabilidad permanente. ¿Hay riesgo de italianización de la política?

En Italia la inestabilidad es permanente desde la II Guerra Mundial. En nuestro caso, ha habido gobiernos bastante estables incluso sin mayoría absoluta. Ahora la diferencia es que ha habido una convulsión mundial que ha llevado a una tremenda tensión, por el predominio de las finanzas sobre la producción y porque las soluciones no han sido las mejores para dar cohesión a la sociedad. Eso ha enrarecido la situación política.

¿En qué sentido?

No hemos valorado suficiente lo que ha hecho Europa. Ha contribuido a mantener la inestabilidad y la ruptura de los partidos que dieron consistencia a Europa. Las políticas de austeridad en el gasto público han sido nefastas para las democracias y para los ciudadanos. Eso ha contribuido más que el entendimiento de los partidos a que la gente emitiera votos protesta.

Los gobiernos nacionales no han sido importantes entonces.

Los gobiernos, con todo lo que se ha producido con la globalidad financiera, tienen muy poco margen de actuación sobre estas situaciones. Por eso el esfuerzo en la integración europea.

¿Por esa situación algunos partidos y gobiernos quieren romper en los últimos años con la Unión Europea?

Es una tentación que ha surgido, pero dan una solución contraria a la necesaria. Tendría que producirse una mayor integración para poder influir en las políticas globales tras la liberalización de capitales, que permite arruinar totalmente gobiernos sin que les quepa posibilidad de actuación. Si queremos ser un factor influyente en las políticas globales tenemos que introducir más integración, pero con políticas diferentes.

¿Pedro Sánchez lo entiende?

Perfectamente. Por eso se ha lanzado a una política europea mayor de la que se había desarrollado hasta ahora.

La inestabilidad actual nos resta peso también en Europa.

No es solo un problema español. La solución a la crisis mundial ha sido mala para las políticas de estabilidad. Muchos británicos votaron por el Brexit porque pensaban que les estaba afectando a sus políticas de crecimiento. Y muchos alemanes han hecho lo propio. Ha pasado en Austria, en Francia, donde se ha recompuesto todo el mapa político, y en Italia con mayor gravedad si cabe. La inestabilidad no es solo española, sino europea, y se debe a la forma en que se ha afrontado la crisis, con políticas contrarias a las necesarias. El BCE ha perdido cinco años. Ha generado mucho dolor en Europa y mucho descrédito de las instituciones europeas, no solo de los partidos.

¿Entiende la repetición electoral? ¿Sánchez ha hecho todo lo que se podía para evitarlo?

Se ha visto mucha dificultad desde el principio y creo que se ha visto un factor clave para polarizar a la sociedad española: el posicionamiento de Ciudadanos, diciendo que el partido más importante en el desarrollo de la Constitución, el PSOE, no era constitucional y estableciendo un cordón sanitario. En cambio no se lo ha puesto a Vox. Fue un gran error que creo que pagará.

Estaba la oportunidad de pactar con Unidas Podemos.

Unidas Podemos no ha entendido que cuando un partido gana las elecciones puedes condicionar sus políticas pero no puedes hacerlas tú, porque no has ganado. Creo además que está clara la falta de coincidencia en una serie de temas que pueden condicionar la estabilidad de un Gobierno. Hablo del tema catalán, pero también de la reforma de las pensiones (votó en contra) o las políticas de crecimiento económico, porque acordar sobre la base de aumentar el gasto social es muy sencillo, el problema es cómo repartir el coste de esas políticas. La desconfianza hacia el PSOE pretendiendo que son la única garantía de políticas progresistas no auguraba una estancia prolongada en el Gobierno.

Si la izquierda no se entiende vamos a un bucle de ingobernabilidad e inestabilidad. O eso o el objetivo de Sánchez es que la derecha apoye su investidura.

Ese es el objetivo de Podemos como estrategia electoral: decir que el PSOE quiere pactar con Cs y no con ellos, pero no es cierto. El PSOE quiere políticas progresistas que perduren en el tiempo, para lo cual tiene que hablar con todos. No queremos pactar con unos o con otros, sino convencer a cuantos más para aplicar políticas progresistas.

¿Pero tanta inestabilidad a dónde nos lleva? ¿Qué futuro a medio plazo prevé?

Nos lleva ahora a elecciones y después veremos. En función de los resultados habrá que pactar un programa.

Está la opción de que la derecha sume.

Cuando hay elecciones puede pasar cualquier cosa. Espero que no pase, porque en las últimas elecciones la ciudadanía apostó por políticas progresistas.

¿No queda clara también la dificultad histórica del PSOE para entenderse con las fuerzas a su izquierda?

Hay muchas cosas diferentes y, por eso, siempre ha sido complicado. En el caso de IU, nos hemos podido entender en políticas municipales, pero a nivel general, donde está en juego la Constitución, es más difícil entendernos.

¿En la Comunitat Valenciana sí se puede?

Claro, no está en juego la Constitución.

¿Añora el bipartidismo?

Añoro mayorías estables y que, cuando se hacen elecciones, la gente sepa a continuación quién va a gobernar y con qué proyecto. Tiene que quedar claro que el partido más votado es el responsable de liderar.

Feijóo lamentaba hace unos días que el país está comandado por políticos adolescentes. ¿Echa de menos dirigentes veteranos?

En la gestión la experiencia es positiva, no la edad. En lo demás, me parece fundamental una combinación entre la experiencia y la renovación, porque hay cosas que la gente joven afronta con creatividad y los años hacen ver que hay cosas ya superadas.

¿Se parece la etapa actual, tan inestable, a la Transición?

Era también una etapa muy complicada internacionalmente, con un serio problema económico porque el precio de petróleo se disparó a niveles más altos de los de hoy. Llevó a una crisis generalizada que pagamos durante más de diez años, con una pérdida de competitividad total. Todo eso cuestionó nuestro proceso político y lo hizo muy complejo. Se hablaba ya del desencanto y de la falta de credibilidad de los políticos, aunque casi nadie se acuerda ya. Las circunstancias de hoy son muy difíciles también, pero menos que entonces.

¿Este escenario tan incierto no está favoreciendo también la tensión en el seno del gobierno valenciano de coalición?

Es difícil abordar unas elecciones y estar, a la vez, en un gobierno de coalición. Generará tensiones, pero las superarán, porque son conscientes de que el funcionamiento del gobierno requiere estabilidad. Hay francotiradores, pero creo que hay un interés superior de estabilidad.

Está también la herida del adelanto electoral de Ximo Puig

Pero eso es no aceptar las competencias. Las atribuciones del president están en la legislación y no puede ser que se vean condicionadas por los demás partidos. Hablar de adelanto electoral cuando se trató de un mes me parece una exageración. Forma parte más de una estrategia política que de un problema real.

¿El Estado no dinamita el Estado Autonómico al financiar mal a las autonomías?

El problema autonómico no se dejó abierto por olvido, sino que era un ensayo de Constitución autonómica. En todo caso, ha contribuido al desarrollo de muchas zonas de España que estaban en el anonimato. El modelo ha sido muy positivo.

¿No es el momento de dar una vuelta de tuerca ese modelo?

Hay muchas cosas a revisar, pero ya estaba previsto que la financiación en cinco años se evaluaba. El PP con Aznar quiso cerrar el modelo de financiación, dijo que era para toda la vida y luego Rajoy no cumplió con la revisión prevista.

Zapatero tampoco lo reformó cuando tuvo su oportunidad.

Zapatero tuvo que dimitir por la crisis económica brutal. No fue voluntad suya no reformar, sino producto del contexto de crisis.

¿El PSOE ha de mirar más hacia Ciudadanos o Podemos?

No es problema de izquierda o derecha. Ha de mirar más a abordar a los problemas que tenemos y a intentar una sociedad más justa y más libre. ¿Eso está dispuesto a apoyarlo la derecha? Pues estupendo. Pero teniendo en cuenta que los sistemas no funcionan si no dan cohesión social y que cuando más desigualdad menos respeto a las instituciones.

Pues España es el segundo país de Europa donde más han crecido los desequilibrios durante la crisis.

La desigualdad contribuye a dar inestabilidad a los sistemas, pero también es evidente que el poder financiero se ha hecho con muchos resortes de poder para convencer a la opinión pública, pero hay que abordarlo como prioridad. Cuanta más desigualdad menos estabilidad tendremos. Ellos pueden apropiarse de lo que quieran pero cada vez habrá menos cosas de las que apropiarse.

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