FACSA es una empresa perteneciente al Grupo Gimeno que fue fundada en 1873 con el objetivo de dotar a Castelló de una moderna red de distribución de agua potable Estos 145 años de trayectoria les han servido para convertirse en la empresa privada española con más experiencia en la gestión del ciclo integral del agua.

P Facsa es una empresa líder en el campo del medio ambiente, ¿cuál es el compromiso de la compañía con los ODS y cómo ha afectado a su organización empresarial?

R Nuestro compromiso es formar parte de la solución a las problemáticas sociales y ambientales, con el fin de fomentar la prosperidad de las generaciones presentes y futuras. Los ODS han supuesto nuestra hoja de ruta, alineados con nuestro plan estratégico y nuestra política de gestión, para impulsar el desarrollo sostenible y dar respuesta a los complejos desafíos actuales.

P De forma más específica, ¿cómo se materializan estos planes de acción?

R La dirección de FACSA está muy comprometida con la mejora continua para incrementar la productividad y estimular la creatividad, la iniciativa y el sentido de la responsabilidad. Contamos con un fantástico equipo de profesionales con una cultura corporativa enfocada a la eficiencia, la adaptabilidad y el respeto. En FACSA contribuimos de forma más directa y prioritaria con aquellos ODS relacionados con el agua y el medio ambiente, pero también con otros objetivos como la igualdad de género, el empleo estable y de calidad, el crecimiento económico, la innovación y las ciudades sostenibles. Asumimos el compromiso de prevenir y minimizar los impactos ambientales derivados de nuestras actividades. Y, para ello, establecemos objetivos y metas ambientales, asignando responsabilidades, recursos y plazos de ejecución, con el fin de que nuestros

procesos sean más sostenibles.

P ¿El cambio social debe empezar por lo propio, desde dentro?

R Es necesaria la cooperación entre gobiernos, organizaciones internacionales, empresas, universidades y sociedad civil para que aprovechemos sinergias y tomemos el mismo rumbo encaminado a lograr los ODS. Desde la empresa es fundamental integrar una cultura empresarial ligada a los ODS en todos sus procedimientos y darla a conocer a sus grupos de interés.

P Entre los diversos objetivos, la perspectiva de género y la protección medioambiental gozan de mucha relevancia social. ¿Cómo se aborda desde FACSA esta demanda ciudadana?

R Nuestro equipo humano es el que da sentido a FACSA y nuestro activo más importante. Desempeña su trabajo desde una perspectiva de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres. En 2009 se implantó el primer Plan de Igualdad visado y actualmente tenemos implantado el tercero, que también cuenta con el reconocimiento de la Generalitat Valenciana, el sello «Fent Empresa. Iguals en Oportunitats». Respecto a la protección medioambiental, apostamos por el desarrollo de modelos económicos circulares y tenemos integrados en nuestros sistemas de gestión los requisitos exigidos por diferentes normas internacionales en las cuales la empresa se encuentra certificada.

P ¿Qué acciones realiza FACSA en su Obra Social en todo lo que tiene que ver con la RSC?

R La RSC no es solo acción social, es contribuir. Se trata de tener un modelo de negocio capaz de generar valor compartido y bienestar para toda la población, presente y futura. Para ello, en FACSA fomentamos la divulgación de la cultura del agua: por un lado, colaborando con la Universitat Jaume I de Castelló por la investigación, a través de la Cátedra FACSA de Innovación en el Ciclo Integral del Agua; y por otro lado, gracias a nuestro proyecto educativo y de sensibilización medioambiental «El Curso del Agua» para estudiantes de Primaria en Castelló, además de ofrecer visitas guiadas a las instalaciones que gestionamos. También dotamos a la Universidad Jaume I de becas de Grado para el alumnado de Castelló, para ayudar a la formación e impulsar el talento joven; fomentamos el deporte con la Ciudad Deportiva de Castellón y el club CF Fomento Castellón y promovemos becas para apoyar la inscripción de niños y niñas que pertenecen a familias en riesgo de exclusión social.

P La sociedad parece no conformarse únicamente con obtener rentabilidad económica, sino que demanda que ese flujo monetario tenga repercusión social. ¿Qué aspectos tildaría como más «urgentes»?

R Efectivamente, hemos pasado de un modelo económico tradicional basado en la generación de riqueza, a un modelo sostenible basado en la generación de bienestar. Las empresas deben ganar dinero, ser competitivas y rentables para poder ser un dinamizador de cambio. Pero lo importante es generar valor económico respetando la dimensión social y medioambiental. De esta manera es posible la generación de bienestar. Uno de los retos por parte de las empresas es conocer y entender a las nuevas generaciones. Conocer sus necesidades y demandas, sobre todo por la repercusión y cambios que exigirán. Esta generación valora a las empresas socialmente responsables que participan activamente en mejorar la sociedad y generan un impacto positivo. La remuneración y estabilidad siguen siendo importantes, pero priorizan también la conciliación, el medio ambiente, el emprendimiento, el aprendizaje, la solidaridad y la realización personal.