La instalación de placas fotovoltaicas en los centros educativos de la Comunitat Valenciana, junto con otras medidas de sostenibilidad, conllevaría que en cinco o seis años los centros fueran autosuficientes energéticamente, e incluso podrían retornar al sistema parte de la energía generada.

Así lo refleja un estudio elaborado por el sindicato Comisiones Obreras, que analiza las infraestructuras escolares desde el punto de vista de la sosteniblidad, señala las carencias y hace propuestas para paliarlas y actuar ante la emergencia climática.

En el estudio, el sindicato reclama a la Conselleria de Educación que elabore un plan director de actuaciones y medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en los centros educativos, que establezca parámetros de calidad ambiental en los centros y dé prioridad a una serie de actuaciones.

Entre ellas, se cita erradicar los centros situados en barracones prefabricados, eliminar el amianto, hacer una auditoría energética en todos los colegios, exigir la incorporación de la producción solar térmica y fotovoltaica en todos los centros, o crear la figura de coordinación medioambiental den los colegios.

CC OO ha señalado en un comunicado que los efectos del cambio climático van dejándose notar "cada vez más" y la impronta de la acción humana es responsable de muchas de sus consecuencias, ante lo cual los docentes tienen "la responsabilidad compartida de educar las futuras generaciones para preservar la Tierra heredada"

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El sindicato ha llamado a la participación de la comunidad educativa en la semana de acción por el clima, que incluye actividades como un minuto de silencio por la Tierra, ir con camiseta verde a los centros, talleres de carteles reivindicativos y una huelga estudiantil el viernes, con concentraciones y manifestaciones.

Según CC OO, en el día a día de los centros docentes, además de la tarea educativa hay que reforzar con más propuestas pedagógicas y también sobre los edificios que albergan la educación, puesto que también acontecen en si mismo una hoja de ruta que enseño y marco como ser térmicamente confortables a la vez que sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

"Es responsabilidad de todas las personas hacer esfuerzos para dejar una Tierra menos enferma de la que existe ahora", señala el sindicato, que destaca que se ha puesto "manos a la obra" para aportar su grano de arena a frenar el cambio climático.