«El 19 de febrero de 2009 murió en el Hospital General de Valencia un nacional georgiano, procedente del CIE, por causas naturales». Estas dos líneas son toda la información que hay sobre una nueva muerte en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores, desconocida hasta hoy por las entidades sociales. Diez años después de los hechos se ha conocido este caso. Una muerte no contabilizada en las estadísticas de plataformas y asociaciones como CIEs NO, que ha solicitado al Defensor del Pueblo que abra una investigue los hechos.

La información se ha conocido gracias a una pregunta parlamentaria del diputado de EH Bildu y el G.P Mixto, Jon Iñarritu García, a raíz de la última muerte el pasado 15 de julio, para conocer todos los fallecimientos desde la apertura del CIE de Zapadores en el año 1989. En la respuesta, se menciona escuetamente este caso no registrado.

La plataforma CIEs NO ha denunciado el «obscurantismo». «Es una vergüenza que al Gobierno le bailen las cifras con el número de personas que han muerto en las dependencias de interior», critican.La plataforma critica «lo poco que le importan al Gobierno las personas migrantes».

En su respuesta al diputado de EH Bildu, el Gobierno no incluye una muerte que sí contabilizaba la Coordinadora para la prevención de la tortura. Así, refleja los decesos ocurridos en 2008 y 2019 pero «no recoge caso del 16 de octubre de 2010 de la persona marroquí y, por el contrario, sí incluye el caso del 19 de febrero de 2009 del ciudadano georgiano, que no está documentado por la Coordinadora», según reza el escrito que han presentado CIEs NO y València Acoge ante el Defensor del Pueblo.

En total, son tres las muertes conocidas en Zapadores, uno de los primeros CIE que se puso en marcha en España. Todas ellas se caracterizan por la opacidad que hoy sigue envolviendo los hechos. El primer deceso para las estadísticas se produjo el 31 de agosto de 2008 y la información sobre el caso a día de hoy es casi nula. Ni siquiera trascendió el nombre de la víctima. Según informó Levante-EMV, era un hombre de origen nigeriano de 47 años que, según la versión de la Jefatura Superior de Policia, «se encontraba en la ducha, comenzó a encontrarse mal y se desplomó».

La segunda persona murió a las puertas del CIE. También es escasa la información de este hecho ocurrido el 16 de octubre de 2010, que aparece recogido en la Coordinadora. Registrado como el «caso 209», el informe habla de «A.B», de 55 años y de origen marroquí. «No llegó a ingresar en los calabozos del centro, cayendo desplomado al acceder a la Inspección central de la Guardia de Zapadores», según el informe.

Hace unos meses se produjo la última muerte y en está sí que trascendió el nombre. Marouanne Abouoaida, marroquí de 23 años, se quitó la vida el 15 de julio en una celda de aislamiento del CIE. Pocas han sido las explicaciones de las autoridades y organismos como la Delegación del Gobierno no se han pronunciado. Tal y como informó este diario, no se activó el protocolo antisuicidios en el centro ya que «no se detectó ningún indicio extraño que hiciera prever tendencias suicidas», según otra respuesta del Gobierno a Unidas Podemos. Las investigaciones sobre esta última muerte continúan abiertas en el Juzgado de Instrucción número Diez de València.