La ministra de Justicia, Dolores Delgado, calificó ayer como «una victoria de la democracia» la decisión publicada el pasado martes del Tribunal Supremo de avalar la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. No obstante, Delgado rehusó aventurarse en las fechas en que podría producirse el traslado de los restos del dictador y advirtió de que «hay que conocer todavía el cuerpo de la sentencia para tratar la ejecución de la exhumación», aunque valoró que el fallo se ha realizado por «unanimidad» de todos los componentes del tribunal.
La exhumación se encuentra ahora pendiente también del recurso al Tribunal Constitucional que ya ha anunciado la familia del dictador que va a presentar, así como de las licencias de obra suspendidas de forma cautelar por un juez de lo Contencioso-Administrativo de Madrid. Delgado recordó que esta medida fue reclamada «primero por los organismos internacionales, después por el Parlamento y la firme decisión del presidente Pedro Sánchez y definitivamente ha sido avalada por el Tribunal Supremo», ante lo que se autofelicitó.
«Esto nos coloca internacionalmente en el mismo lugar en el que otros países están», en referencia a otros Estados que han sufrido períodos dictatoriales y que no mantienen a sus caudillos en «espacios de exaltación».
«Es una situación anómala», definió Delgado, que insistió en que esta decisión «nos tiene que reconfortar a todos».La ministra pidió, además, que no se banalice ni trivialice sobre el tema: «No podemos decir que lo que se ha hecho es profanar la tumba de un dictador». Asimismo, reclamó que los asuntos relacionados con la Memoria Histórica son «política de Estado que debe ir más allá de los partidos políticos». «No vamos a olvidar, vamos a seguir recordando. Nunca más puede volver a repetirse. Que nadie olvide esto y que sepan que no vamos a permitir que nadie niegue lo que pasó», exclamó.
