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Memoria histórica

"Después de 80 años por fin se reconoce que mi abuelo era inocente"

El Gobierno otorga un certificado de reparación y reconocimiento a 18 represaliados fusilados en Paterna

La ministra de Justicia abraza a la hermana de un represaliado durante la entrega del certificado de inocencia. EFE/Kai Försterling

«Mi abuelo era Ramón Darijo. Fue fusilado el 9 de mayo de 1940. Hasta el año 1976 solo mi abuela sabía lo que pasó y en qué tumba estaba. Él era simplemente un trabajador que estaba en la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), un hombre muy humilde que vivía en la zona más pobre de Benaguasil y que luchaba por sus vecinos. Dejaron a su mujer viuda y a cuatro hijos huérfanos. Ahora, ochenta años después por fin la Justicia reconoce que es inocente». Es el relato de Rafael Darijo, actual alcalde de Benagéber cuyo abuelo fue uno de las 18 represaliados por el franquismo cuyos familiares recibieron ayer de la mano de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, el certificado de reparación y reconocimiento de lo que sufrieron tras la Guerra Civil por haber defendido los valores democráticos.

Hermanos y hermanas, hijos e hijas, nietos y nietas y otros familiares de estas 18 personas -17 hombres y una mujer- recogieron ayer este documento en un emotivo acto celebrado en la sede de la Delegación del Gobierno en València en el que se entremezcló una sensación agridulce que combinaba satisfacción -por el reconocimiento de la inocencia- y dolor -por la falta de los seres queridos que no han podido vivir este momento-.

«Durante años han padecido el silencio, el olvido... e incluso han tenido que escuchar historias que nada tenían que ver con la verdad», lamentó la ministra, que insistió en que estas 18 personas «nada malo hicieron, no cometieron ningún crimen, excepto ser demócratas». «Lucharon por unos valores y derechos que son los que rigen hoy nuestra democracia», enfatizó Delgado.

Este reconocimiento que proclama su inocencia, según indicó el portavoz del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, Matías Alonso, se convertirá en «el primer paso» para que estas familias «sigan la rehabilitación del buen nombre» de sus padres, hermanos y abuelos... y que espera que prosiga «con el momento definitivo en que sacarán los restos de los huesos de donde el odio los tiró». «Cuando descansen sus restos con la dignidad que merecen, podremos descansar también nosotros», reivindicó Alonso.

En un sentido similar se manifestaron los familiares de los represaliados a través de su portavoz: «La memoria seguirá viva mientras sigan existiendo cunetas y fosas. Queremos justicia y reparación. Verdad, justicia y nunca jamás su repetición».

En el Paredón de España

Juan Álvarez Madrid, Nicasio Asunción Vidal, Manuel Asunción Vidal, Enrique Bartual Tortajada, Eduardo Carrasco Sánchez, Juan Manuel Contreras García, Ramón Darijo Castillo, Bernarda de la Hoz Cava, José Domingo Hernández, Ángel Fernández Moya, Vicente Gozalbo Moreno, Ángel Miralles Herrádez, Tomás Montegrifo Carrasco, Francisco Pastor Olmos, Vicente Roig Regal, Vicente Sanjuán Devís, Alfonso Simeón Fuertes y Salvador Yago Puig.

Todos ellos murieron fusilados tras la Guerra Civil en el Paredón de España, en Paterna, donde hubo ejecuciones desde el 3 de abril de 1939 hasta noviembre de 1956. Ahora, ochenta años después, por fin el Gobierno reconoce que todos ellos eran inocentes.

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