La propuesta de la dirección del Bloc de situar como nuevo referente municipalista al alcalde de Alzira, Diego Gómez, de Gent de Compromís, ha molestado a alcaldes del partido nacionalista, el principal dentro de la coalición y el que más peso municipal tiene.
Gómez se convirtió en las municipales de mayo en el alcalde de Compromís que más reforzado salió de su paso por las urnas (36 % del voto). Y tras el de Joan Ribó en València, el de Gómez en la capital de la Ribera fue el triunfo de mayor relevancia para Compromís. Con el aval del resultado no es extraño que la coalición haya pensado en él para ocupar la vicepresidencia de la Federación Valenciana de Municipios (FVMP) a renovar ahora.
La actual dirección del Bloc también postula a Gómez para el cargo que ocupaba el exalcalde de Sagunt Quico Fernández, un histórico del Bloc descabalgado de la alcaldía. Pero Gómez no pertenece al Bloc sino al colectivo de Gent de Compromís y este verano lanzó duras críticas contra la coalición. Fue uno de los alcaldes que denunció falta de democracia interna y anunció que iba a ser una de las voces públicas críticas con la dirección de la coalición. El también expresidente de Escola Valenciana se sumaba a las críticas de Gent de Compromís, que cesó su actividad a causa de la «grave» falta de democracia interna. En uno de sus comunicados, Gent de Compromís aseguraba que no se les había tenido nunca en cuenta para ocupar puestos de representación, como el de la FVMP, y que la coalición era vieja política.
Pero con la decisión de proponer a Gómez, alcaldes del Bloc entienden que se le ha premiado con el puesto pese a sus duras críticas y recuerdan que de alguna forma ese cargo corresponde ocuparlo al Bloc porque es la fuerza más implantada en municipios y comarca. Por eso llegan a calificar la decisión de indignante ya que la coalición ha elegido justo a quien acaba de decir que no existe democracia interna. Sin embargo, Gómez aseguró ayer a este diario que el aval de sus resultados es claro y que él sigue formando parte de Compromís y pagando sus cuotas. Además, está dispuesto a trabajar en la Federación de Municipios para convertirla en un ente que trabaje desde abajo por el municipalismo.
Respecto al funcionamiento de Compromís sigue siendo crítico y asegura que es partidario de que la coalición sea un único partido. «No soy del Bloc, ni de Iniciativa, ni de els Verds; soy de Compromís, ese es el proyecto en el que creo y defiendo», señaló.
Movimientos en clave interna
Además, el hecho de que la actual coordinadora del Bloc, Àgueda Micó, avale el nombramiento de Gómez frente a la opinión de distintos alcaldes puede entenderse en clave interna.
El Bloc celebrará en unos meses su congreso y Micó busca apoyos para la secretaría general que no pudo lograr en el cónclave de 2016 cuando el partido optó por dos liderazgos compartidos, el de Micó y el de Rafa Carbonell, aunque este desapareció apenas un año después de la escena política y dejó el liderazgo de facto a la actual coordinadora. Por eso fuentes municipales del Bloc creen que Micó quiere atraerse a Gómez como referente de Gent pero con vistas al futuro congreso de 2020.
