El Consell ha de encontrar una solución habitacional (en su lenguaje) a las direcciones generales ancladas en Presidencia que hasta ahora estaban ubicadas en la sede de la Vicepresidencia. Es consecuencia de la ampliación de estructuras que acompaña al segundo gobierno del Botànic.
De momento, no hay desahucio en marcha, pero el departamento de Mónica Oltra ya ha hecho saber a las direcciones generales de Presidencia que acoge en sus dependencias del palacio de los Catalá de Valeriola que necesita esos despachos para los nuevos altos cargos con que cuenta.
Las afectadas son las direcciones de Relaciones con las Corts, en manos de Antonio Torres, y la de Coordinación del Diálogo Social, que ostenta Zulima Pérez Seguí. La primera ocupó la segunda planta del palacio de la Vicepresidencia durante la legislatura pasada. La de Pérez es de nueva creación y solo está desde antes del verano en un espacio cedido por la de Relaciones con las Corts. En esta, además de los altos cargos, trabajan más de cuarenta funcionarios.
El palacio está adscrito a Vicepresidencia y esta considera «de lógica» que la nueva secretaría autonómica vinculada a esta actividad (la de Iván Castañón) y las direcciones generales que dependen de ella (una de Coordinación Institucional y otra del secretariado del Consell y de la portavocía) estén en este edificio, por una cuestión de «eficacia en el trabajo», afirman fuentes del departamento de Oltra. Ello aunque sea a costa de quienes la legislatura pasada ocupaban espacios en el inmueble. Estos estaban «acogidos» entonces, pero en la nueva legislatura las necesidades de estructura han cambiado.
Las citadas fuentes enmarcan la decisión en una redimensión de las competencias tanto del área de Puig como de la Vicepresidencia. Se trataría así de reformular los acuerdos de la legislatura del primer Botànic debido a que la estructura del nuevo gobierno es diferente e implica más secretarías autonómicas y direcciones generales.
Los altos cargos dependientes directamente de Ximo Puig (PSPV) no se oponen al traslado. El problema es que en el Palau de la Generalitat no hay más espacio y que el president no cuenta con edificios disponibles adscritos, como sí tiene el departamento de Oltra (Compromís). Los afectados por el desalojo entienden que podrían encontrar destino en alguno de ellos
Uno es el inmueble de la calle Colón de València que en la etapa del PP albergó dependencias de Bienestar Social. Está bajo el paraguas de la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, pero ha permanecido en desuso durante el primer mandato del Botànic. Otra posibilidad son los pisos obtenidos como parte de la compensación por el saqueo del caso Cooperación, también apuntados a la Vicepresidencia. Incluso el edificio anexo a las Corts (con entrada por la calle Conde Trénor) que se pensó destinar a viviendas sociales podría ser una opción.
La polémica tiene relación con un cambio en las competencias de preparación de los plenos del Consell, que en la práctica supone un reforzamiento de Oltra, como publicó ayer Las Provincias. Está por ver dónde acaban los altos cargos afectados.
