La futura ley valenciana de Cambio Climático primará a aquellas personas o empresas que se impliquen en la lucha contra la llamada «emergencia climática», aunque también contemplará sanciones para quienes no lo hagan, pues una norma que no tiene herramientas de sanción es una «ley muy coja».

Así lo asegura la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, en una entrevista con la Agencia Efe, en la que advierte del «peligro de creer que la carga de mitigación de los efectos del cambio climático debe recaer en todos por igual».

«Hay quien está muy interesado en que esto fracase porque tiene que implicarse activamente y no le interesa, y trabajará en decir que si tú, como individuo, no haces ciertas acciones en tu día a día, eres igual de responsables que ellos, que dirigen empresas, industrias o lobbies potentes energéticos», destaca Mollà, quien cree que caer en «esa trampa» será «desastroso». Afirma que no es lo mismo las emisiones que pueda hacer la ciudadanía de forma particular que las que hacen industrias o empresas, y por ello la carga de mitigación será «una de las cosas que se tendrá muy en cuenta», tanto a nivel normativo como de aplicación de medidas.

La nueva ley no verá la luz antes de año y medio, pero el Consell «no estará mirando a otro lado» sino que irá poniendo en práctica la Estrategia de Cambio Climático, que incluye compromisos concretos como, por ejemplo, contar con una Administración eficiente en 2025, para poder «predicar con el ejemplo».

Según Mollà, la Generalitat no deja de ser «una gran empresa» en cuanto al número de trabajadores y su experiencia en la puesta en práctica de acciones contra el cambio climático puede servir a la hora de aplicarlas después en empresas privadas, para las que se cuenta con un horizonte hasta 2040 o 2050. «Debemos asumir ya que les hemos recortado márgenes vitales a nuestros hijos e hijas. Lo que hemos hecho hasta ahora les va a repercutir», advierte la consellera, quien pide ver esta lucha como «una oportunidad», no solo para salvar el planeta sino también para crear nuevos modelos de economía y yacimientos de empleo.

Generación de residuos

Defiende que la gestión de residuos debe poner el foco en «ser capaces de generar menos residuos», y asegura que el sistema de devolución de envases, cuyo debate cree que no se planteó bien en la pasada legislatura, tendrá que aplicarse porque así lo marca Europa.

En este sentido, apuesta por ir avanzado en su implantación «poco a poco y con margen», para no tener que acabar haciéndolo una vez agotado el margen dado por Europa y «de un día para otro», añade la consellera.