¿Los técnicos acabaron su trabajo, pero los políticos no abordan la nueva financiación?
Acabamos en julio de 2017 y el Gobierno tiene un informe de recomendaciones. Ya saben lo que pensamos los técnicos. Ahora el Gobierno tiene que decir cómo piensa enfocar la reforma, pero es verdad que estamos teniendo una época de tantos gobiernos provisionales y en situación precaria que no da estabilidad. Pero hace falta una propuesta del Ejecutivo. Cuando haya un nuevo Gobierno tiene que poner su propuesta.
¿Cree que algún Gobierno aceptará alguna vez hablar de la deuda histórica valenciana?
Es un apunte contable. La mayoría de la deuda de las autonomías que dependen del FLA es con el Estado. No hay otro acreedor externo. Solo tiene que regularizar ese deuda porque es consecuencia de la infrafinanciación. En el año 91 lo hicieron con Andalucía y reconocieron deuda histórica y ahora Andalucía reivindica otra deuda. La viabilidad futura de la Generalitat pasa por un nuevo modelo, pero también por liberar la mochila de la deuda. Si no podemos emitir títulos en el mercado siempre seremos rating «basura».
¿Cuál es el problema principal que tiene el actual modelo?
El sistema de financiación de 2009 tiene una serie de defectos en su diseño y funcionamiento que han dado pie a que las autonomías hayan visto mermadas sus expectativas. Se hizo unas entregas a cuenta en 2009 sobredimensionadas respecto a la recaudación y los siguientes años ya no hubo aumentos. Pero el Estado sí usó instrumentos de políticas subió el IVA e impuestos especiales, pero no compartió los ingresos. También creo que los técnicos del ministerio viven en Madrid y no conocen los problemas de las autonomías.
¿Cómo llega a la dirección general de Tributos?
Participé en el grupo de expertos de las Corts y como alto comisionado del Consell hacemos un trabajo de dos años junto a Juan Antonio Pérez, pero hemos ido a una única reunión del CPFF porque ya no se ha vuelto a reunir después de la moción de censura.
