Siete de cada diez adolescentes valencianos de 14 a 18 años consumen alcohol con frecuencia, al menos el 72,6 % reconoce haberlo hecho durante el último mes, lo que pone a la Comunitat Valenciana en el "podio" de las autonomías donde más adolescentes beben solo por detrás de País Vasco y Aragón y lejos de la media nacional del 67 %. El riesgo además se multiplica porque el 27 % lo hacen a través de "atracones", consumos extremos en un corto espacio de tiempo.

Son las cifras que han puesto de relieve esta mañana desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Valencia para justificar la puesta en marcha de una nueva campaña de concienciación, "Por 7 razones no soy mochila", con la que buscan atacar el problema del alcoholismo desde la base y evitar, en un futuro, una adicción crónica que comienza en la adolescencia "y que nos transforma en un futuro en pequeños, medianos o grandes adictos", según ha recordado el profesor emérito de la Facultad de Medicina y vicepresidente de AECC Valencia, Antonio Llombart.

Según los estudios del Ministerio de Sanidad, el 79,8 %de jóvenes valencianos reconoce haber tomado alcohol en el último año y la cifra sube al 81,2 % cuando se pregunta si lo han probado alguna vez en la vida. "El 24 % reconoce haber tenido una borrachera en el último mes y dos de cada cinco diece que se ha adado un atracón: consumir altas cantidades en poco tiempo, con el consecuente riesgo para la salud", ha añadido Llombart.

Se empieza a los 13,9 años

La edad media de inicio en este consumo tóxico supera incluso a la del tabaco: si los estudiantes de 14 a 18 años llegan al tabaco a los 14,2 años de media, al alcohol lo hacen incluso antes, a los 13,9 años de media.

A corto plazo y según ha enumerado Llombart, el consumo de alcohol puede tener consecuencias directas como el coma etílico, los accidentes o los problemas en relaciones sociales e incluso abusos mientras que a largo plazo entran en juego la dependencia, la violencia, problemas de memoria, daños al corazón y el cerebro y por supuesto "aumento del riesgo de cáncer. El alcoholismo crónico produce un aumento de cáncer y la incidencia de cáncer entre personas que beben es hasta dos veces mayor en tumores laringeos, esofágicos, estomacales y la relación con el cáncer de hígado está sobradamente demostrada".

Convertirse en una mochila como símbolo de perder el control

La gerente de la AECC Valencia, Helena Alloza ha explicado que se ha elegido la imagen de una mochila por su relación con el entorno de estos jóvenes y porque cuando te pasas con el alcohol "no te llevas, te llevas, terminas siendo una carga para los amigos, te conviertes en una cosa". La idea de la campaña, a imagen de las que han puesto en marcha anteriormente contra el tabaco, es involucrar a los jóvenes en redes sociales -de la mano también de 'influencers' como María Herrejón- para encontrar razones para evitar ese consumo y "llenar la mochila de alternativas".

Además de la campaña online (#por7razones y #nosoymochila) que lleva aparejado un concurso en redes, la asociación iniciará también una campaña con visitas a colegios con el que pretenden llegar a "más de 1.500 escolares". Además, buscan implicar a los padres ya que "si ellos normalizan el alcohol, sus hijos también lo harán". De hecho, según los datos del Ministerio de Sanidad, casi la mitad de jóvenes reconoce que sus padres "les permiten" consumir alcohol.