En un lapso de apenas cinco días, tres incidentes con seis astados fugados en diferentes puntos de la Comunitat Valenciana han vuelto a poner en el candelero el debate sobre la seguridad de los espectáculos taurinos. Aunque este tipo sucesos son muy poco habituales en comparación con la cantidad de eventos que se celebran, en el aire vuelve a planear la controversia en torno al nuevo reglamento de festejos con reses, que debería haber entrado inicialmente en vigor en 2018 con nuevas medidas para reforzar los controles, pero que lleva paralizado desde hace casi año y medio por las discrepancia sobre algunos flecos entre los actores implicados.

La administración autonómica está a la espera de recopilar todas las diligencias e informes policiales pertinentes para esclarecer los posibles fallos que desencadenaron los percances ocurridos en las localidades de Algemesí y Almenara, donde una vaca, un novillo y dos cabestros se escaparon de los recintos habilitados para acoger los espectáculos taurinos.

El director general de la Agencia de Seguridad y Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, hace hincapié en el factor «humano» y en el margen de error a la hora de explicar estos accidentes, aunque admite que «algo ha fallado» y señala que «siempre hay que mejorar los protocolos» dentro de ese nuevo reglamento dirigido a «mejorar el bienestar animal» y «dar una respuesta más eficaz» ante «determinadas situaciones que siempre se pueden producir, teniendo en cuenta que se celebran 9.000 actos en la C. Valenciana». Ángel, eso sí, resalta que «el riesgo cero no existe».

En Algemesí, la escapada de las reses acabó con la muerte de un animal junto al cauce del río tras recibir más de una veintena de balas de la Policía Local. A falta de concluir la investigación, se maneja una posible hipótesis de lo ocurrido. Después de la accidentada novillada, se sacaron los mansos para recoger al toro, cuya falta de visión era evidente. Uno de éstos, accidentalmente, abrió uno de los pestillos, lo que dejó un hueco para que el novillo, bien a golpes o con una cornada, pudiese accionar el segundo pestillo, que abrió la puerta del corral. «Hay unos protocolos que dicen cómo se tienen que cerrar las puertas y algo falló», asegura a este diario Ángel.

«La seguridad no siempre funciona al 100 %. Nunca había pasado una cosa así. Por ahí han pasado más de 40 toros en la última semana», observa la alcaldesa de Algemesí, Marta Trenzano. Para evitar que se repita el susto en el futuro, de cara al próximo año el consistorio ya estudia con el arquitecto de la plaza las posibles medidas de seguridad a implementar, «ya sea un doble portón o cualquier otra que se nos ocurra», incide Trenzano. Compromís va a reclamar el expediente relativo a la autorización del montaje del coso.

El colectivo taurino comparte la idea de que la concatenación de fugas de la semana pasada «no es algo habitual». «Estamos un poco preocupados y perplejos, como el resto de ciudadanos. No es normal que se escapen en Almanera una vaca y cabestro, en Algemesí un toro y cabestro y dos toros en la montaña. Es algo que no ha ocurrido nunca», señala Vicent Nogueroles, presidente de la Federación de Bous al Carrer. «Hay que valorar los informes de la Policía Autonómica y ver realmente lo que ha podido ocurrir; si las certificaciones han estado bien hechas o no, si hay fallos de montaje o qué ha pasado». El dirigente taurino incide en que «lo primero» debe ser desbloquear la aprobación de la normativa pendiente, condicionada a la derogación del segundo médico obligatorio. El colectivo considera el texto «correcto» a falta de «perfilar y perfeccionar al menos cinco puntos» de disensión.

Comisión Consultiva urgente

La Federación ha pedido a la Agencia de Seguridad que adelante «lo antes posible» la Comisión Consultiva dels Bous al Carrer para poner estas cuestiones encima de la mesa y estudiar medidas. La convocatoria de este órgano en el que estan presentes todos los sectores estaba prevista para mediados de noviembre, pero podría celebrarse en cuestión de dos semanas. Los taurinos quieren conocer el punto de vista del Colegio de Arquitectos y Aparejadores sobre el estado de las instalaciones.

Junto al novillo abatido de 20 disparos en Algemesí, otros dos toros de lidia siguieron el mismo desenlace en Tales. Frente a las denuncias de Pacma, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, afirmó ayer que el uso de dardos tranquilizantes no resultó efectivo en una situación similar reciente en Almenara y subrayó que «no es fácil atravesar la piel» de un toro de lidia, según recoge EFE. José Mª Ángel, recalcó que la Policía Local «no tiene armas largas ni artillería pesada». La Federación de Bous defendió la actuación policial en Algemesí por el «peligro en un entorno urbano», si bien cuestionó la de Tales. Fulgencio dijo al respecto que fue el ganadero el que pidió la ejecución de los toros porque «no podía garantizar la seguridad».