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Igualdad

Políticas en un reino de hombres

Dieciocho monarcas del Reino de València invisibilizadas en la historia se convierten en protagonistas ocho siglos después

Políticas en un reino de hombres

Hacer política para una mujer no es fácil ni siquiera ahora en países avanzados en derechos como España. El techo de cristal, el suelo pegajoso o los estereotipos de género siguen pesando en la incorporción de las mujeres en los espacios de poder. Imaginemos la dificultad añadida de moverse en los circuitos políticos hace ochocientos años, en las monarquías medievales del Reino de València.

Epoca y tierra de hombres, terreno abonado al machismo y la misoginia, donde el papel de la mujer se circunscribía a la crianza, vetadas para el espacio público. Sometidas, aunque también privilegidas respecto a otras mujeres de la época, las reinas tenían reservado un papel especial en la historia, aunque sometido a la invisibilidad.

La historia, como otras disciplinas, se ha escrito con renglones androcéntricos, lo que hace que que hoy por hoy nombres como el de Constança de Sicili o Violant d`Hongria solo abran más certezas que interrogantes en el imaginario colectivo valenicano. Precisamente con la idea de rescatarlas del olvido, Presidencia de la Generalitat ha impulsado un exposición y un libro en el marco del 9 d'Octubre donde ellas son protagonistas. La selección engloba a 18 reinas, las más desconocidas y vinculadas al nacimiento del nuevo reino de Jaume I, el Conqueridor. Todas ejercieron a la sombra de sus esposos, hijos y hermanos, y fue ese parentesco lo que las situó en los palacios.

Con un papel clave

Sin embargo, como dice el historiador Vicent Baydal y prologuista de la obra, «eso no quiere decir que no tuvieran un papel clave en nuestro acontecer colectivo como pueblo». En el Reino de València, explica, nunca hubo una reina que reinara por herencia dinástica sino como consecuencia de un matrimonio por razones geoestratégicas y biológicas. Garantizar la continuidad de la dinastía era su principal misión.

Ahora bien, como recoge este libro, reducir su papel al de paridora y cuidadora sería reduccionista en muchos casos. De alguna manera, aunque sin independencia ni libertad, pueden considerarse una suerte de políticas en un reino de hombres. «No fueron solo reinas ritualmente reconocidas por todos, sino que además ejercieron como conselleras y al menos desde mediados del siglo XIV asumieron importantes tareas de gobierno», escribe Baydal, quien concluye con la advertencia de que no cabe blanquear la figura de esta mujeres, tan crueles y despóticas, como los reyes a las que estaban emparentadas.

Ellos son más conocidos, pero en la obra coordinada por el periodista Paco Cerdà e impulsada por la Dirección de Promoción Institucional, de Fernanda Escribano, no son nombrados por sus gestas, sino por ser «el marido de» o el «hijo de».

Es el caso de Martí l'Humà o Pere el Ceremoniós, hijo y esposo, respectivamente de Elionor de Sicilia, considerada la primera monarca que ejerció competencias gubernativas. Acompañó al rey en sus expediciones militares y se hizo cargo del gobierno de la Corona durante la guerra. Su arrojo y su poder no la libró de, como hoy en día ocurre a muchas políticas, ser etiquetada por su físico: la reina Grossa. Ella es una de las 18 protagonistas de este 9 d'Octubre.

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