Hacienda todavía no ha decidido si prorrogará los presupuestos de la Generalitat de 2019 o si seguirá adelante el proceso de elaboración de unas nuevas cuentas, las primeras del Botànic II. En todo caso, las distintas conselleries están trabajando ya en la segunda opción desde que el pasado 16 de septiembre la conselleria dictó las normas para elaborar el documento económico.

La orden da algunas pistas de, en caso de un nuevo presupuesto, cuál será el margen de gasto con el que dispondrá el Ejecutivo valenciano. Así, entre otras cuestiones se fija que los programas presupuestarios solo podrán incrementar un 2,8 % respecto al gasto real de 2018. Y con ese tope están trabajando los distintos departamentos. Este porcentaje es consecuencia de la regla de gasto que marca el Ejecutivo central. Hace un año, la orden de elaboración de los presupuestos de 2019 situaba ese porcentaje en un 2,4 %, cuatro décimas menos.

Ello no impidió que el Consell elaborará unas cuentas expansivas que crecieron más de un 10 %, si bien basadas en unos ingresos que acabaron siendo irreales. En medio de toda una serie de limitaciones como consecuencia de la ley de estabilidad, en un contexto de recortes y con un panorama pesimista de desaceleración económica, las cuentas públicas de 2020 no tienen margen para los excesos.

De hecho, algunas voces creen que sería más favorable prorrogar los presupuestos de 2019, ya que la Generalitat tendría más margen de gasto, aunque fuera a costa de incumplir el déficit. Cabe apuntar que 2020 es el año fijado para presentar cuentas con equilibrio presupuestario, es decir, sin déficit. Las comunidades, además, están elaborando a ciegas sus cuentas ya que con un gobierno en funciones carecen de previsiones de ingresos ciertos.