Centrado en las investigaciones que le llevaron a descubrir el VIH y a recoger el Premio Nobel en 2008, el graduado en Medicina y Biología por la Universidad de París, Luc Montagnier, recordó ayer que, si bien el virus y la enfermedad están «controlados», no están «curados» por lo que había que seguir «investigando en el tema». Desde el descubrimiento del VIH, se ha conseguido que el ser portador del virus no derive necesariamente en desarrollar el sida y que, gracias al tratamiento farmacológico, la persona con VIH pueda incluso no expresar el virus y no ser capaz de transmitir la infección. Sobre si a nivel social, estos avances han significado que se le pierda el miedo al VIH, Montagnier estuvo de acuerdo que esas nuevas generaciones que no vivieron la época «más cruda» de la pandemia «no son conscientes del riesgo de infectarse. Lo mejor es no arriesgar y apelar a la razón de los jóvenes. La información es clave».