Luc Montagnier fue el primero -junto a su colega la también viróloga Françoise Barré-Sinoussi- en descubrir que esa rara pandemia que estaba asolando a ciertos grupos de población a principios de los 80 y que después se bautizaría como sida era fruto de un virus, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH.

El descubrimiento les valió en 2008 un Premio Nobel de Medicina al alimón y un reconocimiento a nivel internacional que ahora, sin embargo, parte de la comunidad científica pone en cuestión por la apuesta de Montagnier de abrirse ahora con 87 años a esas otras terapias que no están reconocidas, como la homeopatía, por su falta de comprobación científica más allá del efecto placebo.

Ayer, invitado por la Universitat Politècnica de València (UPV), Luc Montagnier hizo una defensa cerrada de la homeopatía y de que los jóvenes investigadores no se debían llevar por los «dogmas prestablecidos» y abogó abiertamente por esos «nuevos paradigmas en la biología» silenciados, según aseguró, por cuestiones económicas.

«Sí existe base científica en cuanto a la homeopatía pero está ignorada. Es un problema de la ciencia, que se silencia todo lo que pueda molestar a la economía pero no es tan importante la economía como la salud», aseguró ayer el premio Nobel en una rueda de prensa en la que compareció junto al rector de la UPV, Francisco Mora. Montagnier había sido invitado por la universidad pública para ofrecer una conferencia -«Nuevos Paradigmas en Biología»- y ser investido por la Medalla Prigogine, un galardón a iniciativa de la Universidad de Siena y el Wessex Institute que reconoce anualmente desde 2004 a un científico de referencia en el campo de los sistemas ecológicos y se otorga en honor del físico belga Ilya Prigogine, premio Nobel de Química de 1977 y padre de la «Teoría del Caos». La imposición del galardón formaba parte de los actos Ciudad Sostenible 2019 y de la XIII Conferencia Internacional de Sostenibilidad y Regeneración Urbana que se celebra en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica.

A preguntas de los periodistas, el Nobel de 2008 (que compartió el premio con su colega de laboratorio y con el descubridor de que el cáncer de cuello de útero está causado por el virus del papiloma humano, Harald zur Hausen) insistió en que existen «aproximaciones medicinales como la homeopatía y otras orientales que sí valen y sí se ha comprobado sus efectos beneficiosos de las diluciones del agua» en las que se basa la homeopatía.

Según los postulados de esta pseudociencia, el agua tendría «memoria» y puede guardar las ondas de lo contenido mucho después de estar en contacto con la sustancia y de diluirla en miles de partes por millón. «Sí está comprobado el efecto beneficioso de las diluciones del agua y de las ondas para crear estructuras estables que sí pueden tener efectos curativos», añadió el premio Nobel que abundó en estos postulados en su conferencia posterior. «La medicina es relativamente conservadora y todas las corrientes que hay son válidas. Son nuevos paradigmas que explorar para hacer frente a los desafíos actuales», añadió el virólogo francés.

Carcedo: «No funciona»

Los postulados de Montagnier llegan en un momento en que el Ministerio de Sanidad reconoce abiertamente que la homeopatía «no funciona» y así lo ha verbalizado en más de una ocasión la ministra Mª Luisa Carcedo. El ministerio ha impulsado también una iniciativa para aplicar las leyes del medicamento y «poner orden» en la dispensación de estos medicamentos homeopáticos y que incluyan la advertencia de que no tienen «indicación terapéutica», es decir, no tienen estudios científicos detrás que avalen que sirven para curar una u otra patología.

Montagnier no quiso entrar a valorar su defensa de la homeopatía en un momento en que la comunidad científica la está relegando como pseudociencia. Cabe recordar que ese posicionamiento fue admitido por la Universitat de València (UV) que el año pasado por estas fechas acordaba retirar hasta siete másteres de su oferta académica por formar en «pseudociencias» tras la denuncia de la Asociación para Proteger al Enfermo de las terapias Pseudocientíficas Apetp, colectivo integrado por científicos e investigadores.

La Comisión de Estudios de Postgrado aceptó revisar su oferta de másteres y acabó retirando varios programas propios de medicina regenerativa, acupuntura y DBM, una marca registrada relacionada con la programación neurolingüística.