La Federación Valenciana de Municipios y Provincias, la entidad que agrupa a todas las corporaciones locales de la Comunitat, volverá a contar con liderazgo alicantino en un momento clave para el municipalismo en el que todo apunta que se tiene que empezar a agitar el debate sobre la financiación de las Administraciones más próximas a los ciudadanos. En la asamblea que hoy se celebrará en la Fira de València, los socialistas renovarán la presidencia del organismo a la que, como ocurrió en el anterior mandato, se trasladará el pacto del Botànic.

De esta manera, de acuerdo con el reparto entre las dos formaciones de izquierda, el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, del PSPV, volverá a ser el presidente de la entidad, como ocurrió en 2015, para otros cuatro años con el primer edil de Alzira, Diego Gómez, de Compromís, de vicepresidente primero. La segunda vicepresidencia le corresponde al PP, que propondrá a Paz Carceller, alcaldesa de Puçol.

El gran reto que tiene Rubén Alfaro para este mandato es convertir la entidad en un actor determinante. No lo consiguió durante sus primeros cuatro años. En esta segunda etapa debería jugar un papel importante en asuntos pendientes como el despliegue de la Ley de Mancomunidades después de que el Constitucional desestimara el recurso del PP y la avalara.