El secreto a voces que a lo largo de esta semana centraba las reuiones y comentarios de los 1.500 trabajadores de Povisa fue confirmado ayer por la propia dirección a través de un comunicado de despedida. «Incertidumbre», «nervios» pero también «intranquilidad» y «malestar» fueron las sensaciones más comentadas por el comité de empresa como respuesta a este correo. «Nos cuentan que todo se va a hacer de forma ordenada, tranquila; que la nueva empresa es maravillosa... no sabemos qué pensar. Los ánimos aquí están mal; sin duda hubiese sido mucho mejor que nos hubiese comprado el Sergas, pero los hechos son los que son», recalcaba el portavoz de CC OO.