¿Dónde están los gorriones que antes llenaban las ciudades? No hay más que levantar la vista al cielo, hacia los árboles urbanos, para comprobar que cada vez hay menos. Según los cálculos de SEO/BirdLife, desde 2008 hasta 2018 la especie ha sufrido en España un descenso poblacional del 21 %. Treinta millones de ejemplares menos en solo una década. Un declive «alarmante» tal como explica Mario Giménez, delegado en València de la organización conservacionista. «Son los mejores indicadores de qué pasa en nuestros núcleos urbanos, de su salud y calidad. Si la ciudad no es buena para ellas, no es buena para nadie», incide Giménez en el Día de las Aves, que celebran hoy numerosos ayuntamientos bajo el lema «Sin aves nuestras vidas están en el aire».

«El aumento de especies exóticas invasoras como las cotorras y otras que están irrumpiendo en el medio urbano pueden dar la impresión de que cada vez hay más pájaros en este medio y ocultar el mal estado de las que siempre han habitado en nuestros pueblos y ciudades», señala Giménez. Se refiere a la golondrina común, el gorrión común, el serín verdecillo, la urraca común o el vencejo, todas ellas en franco retroceso en las grandes urbes. «Las aves nos alertan de la pérdida de biodiversidad y del cambio climático», inciden desde SEO/Birdlife.

Tal como se destaca desde el colectivo, devolver la naturaleza a las ciudades contribuye a mejorar su sostenibilidad (Objetivo de Desarrollo Sostenible 11), a amortiguar los efectos del cambio climático (ODS 13), a mejorar la salud y en bienestar de la población (ODS 3) y también a la conservación de la biodiversidad a escala global. Giménez defiende que hay que «sensibilizar» al ciudadano sobre los beneficios de las aves comunes y la necesidad de que los ayuntamientos se impliquen en su preservación «con medidas alternativas» como la rehabilitación de casas viejas, pues sus tejados son el ecosistema perfecto para estos pequeños pájaros.

Giménez razona que las aves comunes son las grandes «olvidadas». Desde SEO se argumenta que en plena crisis de la biodiversidad, las políticas de conservación deben superar los esquemas basados únicamente en la protección de las especies más amenazadas y en los espacios de mayor interés de conservación, para colocar la lupa también en las zonas urbanas o con proyectos de urbanización. De ahí que se abogue por conservar aquellos elementos naturales y seminaturales más significativos como pequeñas charcas, arroyos, regatos, fuentes, abrevaderos, árboles aislados o arboledas, parches arbustivos o incluso pequeñas manchas de matorral, integrándolos en el sistema de zonas verdes urbanas. En los terrenos urbanos ya consolidados, además, se deberían incorporar medidas a favor de la biodiversidad, especialmente en parques y jardines.

De hecho, una de las apuestas simples pero muy beneficiosas para los pájaros es evitar los herbicidas y pesticidas en céspedes y alcorques. Un camino que el Ayuntamiento de València empezó a recorrer en la anterior legislatura, de la mano de la entonces concejala Pilar Soriano (Compromís) y que ahora mantiene el nuevo responsable del área y del mismo partido Sergi Campillo. Medida que Giménez aplaude, ya que aboga por "asilvestrar" los espacios verdes urbanos en beneficio de las aves.

Cónoce a los pájaros en València con visitas guiadas

En la ciudad de València se han programado actividades lúdicas para conmemorar la cita y enseñar a los más pequeños los ejemplares que habitan en parques urbanos, con una ruta guiada el sábado 5 de octubre por los Jardines de Viveros y una Gymkhana, con dos pases , de nueve a diez y media el primero. El segundo, desde las once hasta las doce y media. También se ha programado desde la concejalía de Ecología Urbana de Campillo y SEO una Gymkhana de once a doce y media de la mañana.

Alejandro Ramón, concejal delegado de Emergencia Climática y Transición Ecológica incide en la función "recreativa y social" que cumplen las ciudades. "Son lugares ideales para nuestras actividades de ocio, para establecer relaciones sociales, relajarse, aprender y también para reconectar con la naturaleza.Esto último es especialmente importante en las sociedades actuales, en las que el estilo de vida sedentario y la falta de hábitos de contacto y exposición directa a entornos abiertos con elementos naturales es la causante de importantes problemas de salud para la población, algo que se ha descrito como Trastorno por Déficit de Naturaleza", razona. "Además, un mayor contacto con la naturaleza ayudará a la población a tomar conciencia sobre la importancia de su conservación y puede promover un cambio de actitud de la ciudadanía que revierta en mejoras en la conservación", señala.

Un "pájaro de casa" y un indicador ecológico

Para Ricardo Sales, experto y enamorado de los pájaros, el fenómeno de la desaparición progresiva del gorrión común, denominado científicamente (Passer domesticus) que significa "Pájaro de casa", "no está explicado lo suficiente, no se sabe muy bien el por qué". "Hay factores como por ejemplo: el ataque de las urracas cuyo nombre científico es (Pica pica), o el del cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), pero no es un fenómeno exclusivo de España. La primera ciudad que comenzó a estudiar a fondo la regresión del gorrión común fue Londres. Y bueno, es muy fácil decir que la causa quizás haya sido la contaminación. Parece ser que es una verdadera suma de factores, porque antes cuándo se iba por una carretera rural y veías un grupo de gorriones, a la curva siguiente o al pasar la loma, de inmediato había un pueblecito". "Esta rarefacción de gorriones es un problema preocupante, no solo por la parte cultural o científica, sino también porque se trata de un indicador ecológico; cuándo algo falta que es habitual en un ecosistema, es que algo está pasando", incide.