Las discrepancias entre los socios del Botànic, PSPV, Compromís y Unides Podem, sobre la ampliación de la V-21 son profundas. Les Corts ha rechazado esta mañana una propuesta conjunta de Compromís y Unides Podem que pedía reclamar al Gobierno central la paralización inmediata de las obras de ampliación a tres carriles de la V-21, la reversión de las expropiaciones y la restitución de los bienes a los perjudicados. Se han negado PSPV, PP, Ciudadanos y Vox.

En el debate, Podemos ha acusado a los socialistas de doblegarse ante Madrid y Compromís ha recordado que cuando se cambió la toma del trasvase Xúquer-Vinalopó sí fue posible modificar una decisión que ya venía tomada desde Madrid por un gobierno del PP. Los socialistas alegan que han recibido una herencia envenenada y que lo único que quieren con la V-21 es cumplir la legalidad.

El PSPV-PSOE ha decidido no apoyar la propuesta presentada por las inexactitudes en la propuesta de sus socios de gobierno, pues destaca que es una obra licitada "hace mucho tiempo" en la que se ha aplicado una "modificación muy importante" que ha minimizado el impacto sobre la huerta.

La iniciativa, que se ha votado en la comisión parlamentaria de Agricultura, plantea también que se abra un diálogo con las Administraciones, organizaciones de la sociedad civil y vecinos afectados para determinar las prioridades de movilidad y consensuar un plan que beneficie el conjunto de la sociedad valenciana.

El texto defiende que la huerta es un elemento "fundamental" que se ve amenazado por una obra "impuesta" por el Gobierno central que es "innecesaria" y que acabará con "más de 80.000 metros cuadrados" de huerta, y que según varios informes puede conllevar "una mayor presión de tráfico".

Para Compromís y Unides Podem, es "injustificable el empeño del Gobierno de España de continuar acometiendo este proyecto a pesar de los evidentes inconvenientes desde el punto de vista social, ambiental y también económico".