La nueva radiotelevisión valenciana dio luz verde ayer a su primera Oferta Pública de Empleo (OPE) dentro del camino hacia la regularización de los más de 500 puestos de trabajo inicialmente ocupados a través de bolsas de empleados temporales. El Consell Rector de la Corporación Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) ha acordado convocar las oposiciones para cubrir las 59 plazas de perfil técnico adscritas a dicho organismo, separadas del grueso de la plantilla de periodistas asumida por la estructura de la sociedad anónima de À Punt Mèdia (más de 450 trabajadores), cuyos puestos irán saliendo a concurso público con posterioridad, a falta todavía de perfilarse las bases, rodeadas de mayor controversia.

La OPE aprobada ayer ha obtenido el informe favorable de la Conselleria de Hacienda. El acuerdo supone el paso previo para la convocatoria de las oposiciones individuales de cada una de las 18 categorías laborales enblogadas en el listado de trabajadores de la CMCV, por lo que el farragaso procedimiento -que ya avanza con retraso- todavía se alargará en el tiempo. En la relación se incluyen 16 puestos de operadores de equipo, siete de administrativos, siete de auxiliares administrativos, cinco de técnicos en gestión económica, tres técnicos de recursos humanos y otros tres técnicos jurídicos. El resto de las plazas son de productores ejecutivos, técnicos lingüísticos, técnicos en telecomunicaciones, técnicos en informática, operadores de sistemas informáticos y electrónicos. Además, hay un técnico en comunicación, un técnico en gestión web, uno en marketing, un publicista, un técnico en audiencias y uno de emisiones. La mayoría pertenecen a los grupos C y A.

La OPE de 2019 salió adelante ayer con el voto en contra del PP, que ha cuestionado la convocatoria por separado de los puestos de la CVMC y À Punt, teniendo en cuenta que los primeras acabarán integrándose en la sociedad anónima. La ley da un plazo de tres años al ente para convocar oposiciones desde su puesta en marcha.