Casi cuatro millones y medio de euros ha tenido que destinar el Ministerio para la Transición Ecológica a la reparación de los daños provocados por el último gran temporal en la zona del Mediterráneo, con especial incidencia en la Vega Baja y Ontinyent, donde el desbordamiento del río Clariano causó enormes destrozos en viviendas y campos. Una situación que según el informe de Unión por el Mediterráneo se repetirá cada vez con mayor asiduidad. Así se recoge en el apartado de Salud y Seguridad, uno de los siete campos estudiados por los científicos. «Los riesgos costeros derivados de las inundaciones y los daños causados por las tormentas causan importantes daños para las infraestructuras y los medios de subsistencia de las personas», apuntan. Los episodios de lluvias torrenciales se alternarán con olas de calor cada vez más fuertes y frecuentes.