Los actos de la Virgen del Pilar, patrona de la Benemérita estuvieron marcados ayer por las últimas inundaciones que golpearon a la Comunitat Valenciana el pasado mes de septiembre, en especial en la Vega Baja, donde la Guardia Civil se volcó llegando a realizar hasta 3.277 auxilios a personas por la gota fría.

Tanto el general de la Sexta Zona de la Guardia Civil, José Hermida, como el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Fulgencio, destacaron la labor de todos aquellos agentes que combatieron las consecuencias del temporal «en condiciones extremas» para ser ese «pronóstico feliz del afligido».

De hecho, Hermida recordó como muchos de los guardias civiles, tras diez horas de servicio, no querían que les relevaran para seguir ayudando a aquellos que lo requerían.

El general Hermida también aprovechó su discurso para reclamar mejores instalaciones y unos «cuarteles dignos». Aunque las asociaciones de guardias civiles llevan años denunciando la situación lamentable de algunos puestos, principalmente en las comarcas del interior, es ahora el propio general de la Sexta Zona del Instituto Armado quien eleva dicha demanda en un acto público. Así, lo considera necesario para poner freno a la despoblación de las zonas rurales, al comparar la importancia de la Guardia Civil en un pueblo a la del médico. De igual modo abogó por una mayor cercanía con el ciudadano. «Que bajen de sus vehículos y hablen con los vecinos», incidió.

Juan Carlos Fulgencio, destacó la labor de la Guardia Civil como «uno los pilares fundamentales de la seguridad pública en España por su lucha incansable contra la delincuencia». En el debe del Instituto Armado Fulgencio señaló que uno de los ámbitos donde hay que mejorar es en la incorporación de la mujer en plenas condiciones de igualdad, «tanto en número de efectivos como en puestos en todas las áreas y en cargos de mayor responsabilidad».

Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) declinó asistir a los actos de conmemoración de su patrona en repulsa por el «injusto» próximo ingreso en una prisión militar de un agente asociado que deberá cumplir las condenas de tres meses y un día y cuatro meses de prisión por una discusión que tuvo lugar entre compañeros, fuera de servicio y en fiestas, en febrero de 2012.