? «No podemos reír las gracias a alguien que utiliza el humor para burlarse o discriminar a una minoría», asegura la fiscal Susana Gisbert, coordinadora de la sección de Tutela Penal de la Igualdad y contra la Discriminación en Valencia, quien plantea una campaña similar al #MeToo para luchar contra los delitos de odio.
En la actualidad existen «multitud» de conductas discriminatorias que se han canalizado y asumido como normales, «cuando realmente hacen mucho daño», sostiene Gisbert, quien remarca que no se puede tolerar un chiste racista o machista ni tampoco reírle la gracia a quien lo cuenta.
Gisbert apunta que «quizás» los delitos de odio son la nueva violencia de género. A su entender, hay características comunes entre ambos delitos como la «necesidad» de buscar una legislación específica, mayor sensibilización y educación.