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Análisis

La delicada situación de Compromís tras la sentencia del 'procés'

La coalición opta por guardar la mayor distancia tras la resolución del Supremo

La delicada situación de Compromís tras la sentencia del 'procés'

La sentencia del procésprocés llega en mal momento para Compromís. Cualquiera lo hubiera sido, pero ahora, en precampaña de las generales y con el viento a favor de las encuestas después de su alianza con Íñigo Errejón, lo que menos quiere la formación de Mónica y Joan Baldoví son nubarrones que puedan contaminar el clima favorable.

Como no es sorpresa que la resolución del Tribunal Supremo sobre la actuación de los líderes independentistas en los sucesos del 1 de octubre de 2017 iba a caer en estas fechas -debe ser oficial hoy mismo-, los dirigentes de la coalición han podido fijar una estrategia común en sus últimos encuentros.

El avispero catalán es un quebradero de cabeza en los últimos años para Compromís. Sobre la marca pende por un lado el fantasma, tan utilizado por la derecha (en especial, por su gestión de la educación pública), de tener una conexión ideológica oculta con el soberanismo catalán. Por otra parte, está la propia esencia de la coalición, que une por la rama del Bloc a sectores del nacionalismo sensible con todo lo que sucede en Cataluña y a una izquierda verde que se desgajó del comunismo con la intención de modernizar su mensaje (Oltra y su proyecto, Iniciativa).

La conciliación de esas dos almas ante un asunto con tantas aristas como el procés y la casi segura condena ahora de sus líderes pasa por intentar tomar distancia y actuar y pronunciarse con la mayor asepsia posible.

Así, el argumentario apalabrado se sostiene sobre el mensaje central de la campaña de Més Compromís para el 10N: la política útil. Es lo que no ha sucedido en torno a Cataluña en los últimos años, lo que ha llevado a la situación actual y también al bloqueo para la formación de Gobierno en Madrid, según el discurso de los valencianistas. La Justicia nunca será solución única y suficiente para un problema político, y más pronto que tarde habrá que abordar desde los partidos el debate territorial de España. Ese es el mensaje en el que Compromís quiere moverse para evitar charcos que resten apoyos a semanas de acudir a a las urnas

Uno de esos focos de peligro es, por ejemplo, la posición ante los indultos (posibles) de los políticos catalanes si las condenas se confirman. Los sectores más nacionalistas de la coalición ya han inquirido sobre cuál debe ser el discurso ante esa hipótesis concreta. La posición de la dirección es marcar una cierta distancia, subrayar que no se está en ese momento procesal y que ya llegará el tiempo de decantarse. Siempre, eso sí, censurando la prisión preventiva.

En definitiva, prudencia y moderación. Algo que no siempre se ha logrado en el pasado. Dirigentes como Jordi Sebastià, Josep Nadal o Marta Sorlí han sido realizado declaraciones de apoyo a las formaciones soberanistas y de crítica hacia el llamado constitucionalismo.

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