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Agresiones

Una víctima agredida o discriminada por delitos de odio cada tres días

Durante 2018 se registraron 125 casos en la Comunitat - Un hombre se enfrenta a 15 meses de cárcel por escupir y golpear a dos lesbianas

Una víctima agredida o discriminada por delitos de odio cada tres días

Dos chicas jóvenes que se están besando en un portal de una calle de València son molestadas por un desconocido: «¿Me puedo sumar yo?». Cuando optan por pasar de él, este las increpa: «Guarras, lesbianas, no podéis hacer eso por ahí, sois unas asquerosas», y acto seguido comienza a golpearlas con los puños, provocándoles lesiones a ambas por el mero hecho de estar mostrando su amor en público.

El autor de esta agresión, que será juzgado esta semana en la Audiencia Provincial de València, se enfrenta ahora a una pena de quince meses de prisión por un delito relativo a los derechos fundamentales y libertades públicas. Es uno de los muchos casos de delitos de odio que se producen en la Comunitat Valenciana cada año, donde cada tres días se detecta una agresión o discriminación de este tipo.

Ataques xenófobos, por razones de ideología, por su orientación sexual, por sus creencias religiosas, o contra personas con diversidad funcional, así como contra ancianos -discriminación generacional- o contra aquellos que no tienen un techo bajo el que dormir -aporofobia-.

Todos estos delitos se resumen en una palabra: odio. Violencia y rechazo a todo el que es distinto o no comparte una misma forma de pensar. Durante el pasado 2018 se registraron un total de 125 casos por delitos de odio en la Comunitat Valenciana, según los datos de criminalidad del Ministerio del Interior.

Destacan las cifras de ataques por racismo y xenofobia, 48 casos, y por razones de ideología, otros 42. Mientras que los delitos cometidos contra víctimas por su orientación sexual e identidad de género han descendido de 26 casos en 2017 a los 13 del pasado año 2018.

Asimismo, y aunque se trate de casos puntuales, también se han detectado cuatro delitos cometidos por discriminación de edad (ageism), dos contra personas con diversidad funcional y uno por razón de enfermedad.

De igual modo, por cuestiones de género se dieron siete casos en 2018 y dos por aporofobia, rechazo al pobre por el mero hecho de serlo. En cuanto a delitos de odio por las creencia religiosa de la víctima se denunciaron seis casos y ninguno por antisemitismo.

En lo que llevamos de 2019 la situación se ha vuelto a disparar. De hecho, según datos de la sección de Tutela Penal de la Igualdad y contra la Discriminación de la Fiscalía de València, que coordina la fiscal Susana Gisbert, en estos nueve primeros meses del año la Fiscalía ha incoado ya 39 denuncias en la provincia de València.

El último caso grave ocurrido en València el pasado mes de septiembre, cuya víctima relató a Levante-EMV la agresión homófoba, se saldó con la detención de cuatro jóvenes de entre 21 y 25 años. «Te vamos a sacar las tripas maricón», le gritaba uno de ellos mientras le golpeaban a la salida de un pub de la calle Polo y Peyrolón de València.

«Sois unas asquerosas»

El próximo miércoles la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València juzgará a un hombre de nacionalidad argelina que el 17 de junio de 2018 increpó y agredió a dos chicas, una de ellas todavía menor cuando se produjo la agresión, porque se estaban besando en la calle. Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, el acusado actuó «con claro desprecio a la orientación sexual de ambas», y al tiempo que les escupía a ambas, les realizó comentarios despectivos como: «Guarras» o «sois unas asquerosas».

Asimismo, les cogió del pelo, las tiró al suelo y les propinó puñetazos en distintas partes del cuerpo. Una de ellas, de 17 años, sufrió una contusión en el tabique nasal y la otra, de 21, una lesión en el codo. Ambas requirieron asistencia médica.

«Dos mujeres no se pueden besar en la calle, los mayores le tienen que decir a los jóvenes lo que está bien y lo que está mal», se justificó ante la policía el propio agresor. La Fiscalía considera que tanto el ataque físico como estas expresiones, unidas a las anteriores, «configuran una agresión humillante, vejatoria y atentatoria contra la dignidad de las dos mujeres». Por todo ello, solicita para el acusado una pena de quince meses de prisión y el pago de una multa de 3.900 euros por dos delitos leves de lesiones y uno relativo a los derechos fundamentales y libertades públicas.

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