El voto en contra de más de trescientos asociados (333 contra 270 a favor) tumbó el lunes por la noche la propuesta de renovar los estatutos del Colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micof) un nuevo texto que incluía, entre otras novedades, establecer sueldos para al menos tres cargos de la directiva:el presidente, el secretario y el tesorero. Fue precisamente este cambio el que propició el rechazo de parte de los asociados que expresaron sus dudas sobre la intencionalidad de la iniciativa que ya había sido modificada previamente. La redacción inicial cifraba los salarios en una horquilla de entre 52.000 a 91.000 euros brutos anuales, texto que fue cambiado tras recibir alegaciones en contra.

Pese a haberse retirado esta cuantificación inicial, la propuesta de la directiva de Jaime Giner no fue finalmente respaldada. Los actuales estatutos prevén solo una compensación por gastos de representación y el pago al presidente de la institución del sueldo de un farmacéutico adjunto (que según convenio ronda los 1.798 euros de salario bruto mensual) con la intención de que el elegido pueda contratar a un sustituto en su oficina de farmacia. Desde la directiva defendían que los salarios fijos incluidos en los nuevos estatutos buscaban «profesionalizar» estos puestos directivos y facilitar con una retribución preestablecida que cualquier asociado de la provincia pudiera optar a la gestión del colegio de farmacéuticos tuviera o no en propiedad una oficina de farmacia o viviera más o menos cerca de la capital.

«Autocrítica»

El mensaje, sin embargo, parece que no caló entre los asociados pese a que desde la entidad colegial se reconoció que incluir unos sueldos tan elevados en el primer texto fue un «error». Ahora, y tras la negativa del lunes, desde la directiva apuntaban ayer que era el momento de «hacer autocrítica, quizá no hayamos sabido transmitir a los colegiados la importancia de estos estatutos pero continuamos pensando que es la mejor para los colegiados».

Además del controvertido asunto de los sueldos, los nuevos estatutos incluían cambios en el proceso electoral para hacerlo «más competitivo y transparente», además de reforzar el comité de Deontología y los procedimientos para sancionar a los profesionales. «Ahora es el momento de que desde la junta valoremos, estudiemos y analicemos la situación antes de replantear otras iniciativas», añadieron desde la directiva.