Aunque la tesis oficial es que las consellerias siguen trabajando en la elaboración del presupuesto, la posibilidad de que las cuentas autonómicas de 2020 queden aprobadas mediante la prórroga de las anteriores sigue siendo la opción más probable. El 31 de octubre es el último día para aprobarlas.

El propio conseller Vicent Soler es uno de los que se decanta por el aplazamiento porque cree que confeccionar unas cuentas nuevas supone un riesgo y el margen de error es elevado porque no hay Gobierno en España ni presupuestos del Estado ya que todo apunta a que se llegará a 2020 con las últimas cuentas de Cristóbal Montoro aún en vigor.

Tampoco se conocen magnitudes como el techo de gasto o las entregas a cuenta, aunque la semana pasada quedó despejada una de las incógnitas: la cifra provisional de la liquidación del modelo de financiación de 2018, que se transfiere en 2020, y que asciende a 1.849 millones, 635 millones más que la última liquidación

En Compromís también gana enteros esta opción. Incluso el número dos de los socialistas, Manolo Mata, cree que es difícil confeccionar un presupuesto y que la prórroga no sería mala opción. hasta la lideresa de la oposición, Isabel Bonig, ha asegurado ya que prorrogarlas sería la constatación del fracaso del Botànic.

Pero contra lo que parece la línea dominante se posicionó ayer el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que se mostró abiertamente partidario de que la Generalitat apruebe los presupuestos de 2020.

El jefe del Consell anunció que hará todos los esfuerzos para disponer de unas cuentas nuevas para 2020 aprobadas por las Corts.

Puig sostiene que la aprobación por parte del Botànic de unos nuevos presupuestos es lo razonable y que de esa forma se da cobertura a un proyecto político.

Con todo, el presidente también admite que hay que tener en cuenta las circunstancias que rodean la situación política española y que, por ejemplo, algunas comunidades como la de Madrid ya han decidido que no van a presentar presupuestos para 2020 porque los parámetros generales no están claros. Sin embargo, en su opinión ni la interinidad del Gobierno ni la incertidumbre que lo rodea deben ser suficiente para paralizar al gobierno valenciano.

También se pronunció ayer la portavoz de Unides Podem en las Corts, Naiara Davó, que insiste en la posición de su partido, que no ha variado, y que reitera que la prórroga de los presupuestos no es el escenario ideal, a pesar de los obstáculos que llegan desde fuera. Davó incide en que desde su formación apuestan por unas nuevas cuentas, porque el Botànic siempre las ha hecho en estos años y ahora hay nuevas consellerias que necesitan recursos propios y personal, como la de Vivienda, la que gestiona esta formación.

Tener un Gobierno central en funciones dificulta conocer las cuentas exactas de los ingresos que percibiría la Comunitat Valenciana, pero la portavoz parlamentaria insiste en que desde Unides Podem la apuesta por unas nuevas cuentas autonómicas es clara. Según Davó seguirán trabajando en la vía de contar con un nuevo presupuesto. La pasada semana ya defendieron la importancia de que el Consell presente unos nuevos presupuestos para 2020 y señalaron que la prórroga de las cuentas de la Generalitat debe ser el último recurso.

Mientras, el Consell tiene de plazo hasta final de mes para aprobar los presupuestos. Las cuentas tienen que entrar obligatoriamente en las Corts antes del día 31 de octubre por lo que el Consell aún tendría dos semanas para aprobar los presupuestos. De aprobarse, los consellers irían a las Corts a explicarlos justo en la semana de campaña electoral.