La Fiscalía pide cambiar la ley que exime a la mujer de declarar contra su agresor

La presidenta del Tribunal Superior de Justicia valenciano (Tsjcv), Pilar de la Oliva, destacó durante su intervención que «detrás de cada procedimiento hay una vida» y se detuvo especialmente en las víctimas de la violencia machista. «En el orden penal destacan los asuntos de violencia sobre la mujer que tanto dolor e impotencia nos causan», pues «año tras año siguen aumentando las víctimas, mujeres e hijos que les es arrebatada la vida o que quedan solos en este mundo».

La fiscal superior de la Comunitat, Teresa Gisbert, también se refirió a esta violencia, que castiga a las mujeres por el simple hecho de serlo. Tras el acto de apertura, Gisbert, en declaraciones a los medios de comunicación, insistió en que «urge un cambio y la derogación del artículo 416 de la ley de enjuiciamiento criminal».

Este artículo establece que están dispensados de la obligación de declarar «los parientes del procesado en líneas directa ascendente y descendente, su cónyuge o persona unida por relación de hecho análoga a la matrimonial, sus hermanos consanguíneos o uterinos y los colaterales consanguíneos hasta el segundo grado».

Además, recoge que el juez instructor «advertirá al testigo que se halle comprendido en el párrafo anterior que no tiene obligación de declarar en contra del procesado; pero que puede hacer las manifestaciones que considere oportunas, y el secretario judicial consignará la contestación que diere a esta advertencia».

Este artículo de la ley permite a la mujer «obtener una dispensa para declarar en un juicio de violencia de género, se lo permite a cualquiera contra un familiar, pero esto se produce solo en estos temas», razonó ayer Gisbert.

Un artículo de 1822

El artículo es del año 1822, «no responde en absoluto a la sociedad actual», insistió la fiscal superior, quien recordó que «no tiene ningún sentido que, si es la mujer quien ha denunciado, luego obtenga la dispensa para no declarar».

«No sabemos muchas veces la situación psicológica de la víctima que le lleva a negarse a declarar, posiblemente no es voluntario y sea por otras razones», razonó Gisbert. La consecuencia de esta dispensa es que «los fiscales muchas veces nos quedamos sin pruebas si el único testimonio que hay es el de la mujer». «Para las mujeres dejaría de ser una fuente de coacción que no existiera esa posibilidad y que, una vez presentada la denuncia, tuvieran que declarar», expuso la fiscal.

Teresa Gisbert también se mostró «muy preocupada» ante el aumento de agresiones sexuales grupales a mujeres, las denominadas manadas. «Hay que pensar siempre en las víctimas, cualquier agresión o abuso sexual es muy doloroso, pero si encima se hace en manada que impide cualquier tipo de defensa, es muchísimo más el daño que se le hace a la víctima», concluyó.

Mientras, sobre la violencia de género, la presidenta del Tsjcv resaltó durante su discurso la «positiva» experiencia piloto de comarcalizar en enero de 2019 el juzgado exclusivo de violencia de género de Villarreal. Con ello, Pilar de la Oliva consideró que debe conseguirse que la materia de violencia de género sea conocida por juzgados exclusivos, sin que pueda admitirse que haya ciudadanos de distinta consideración, según su lugar de residencia.

«Nuestra sociedad, la buena gente, está horrorizada con los recientes y gravísimos episodios de violencia de género que no dejan de sucederse. La respuesta a esta lacra debe ser de toda la sociedad y de cada uno en concreto en su ámbito de influencia. En el nuestro cobran especial protagonismo los titulares y funcionarios de los juzgados de violencia de género», dijo.

De la Oliva también hizo referencia a los efectos de la DANA y calificó de «necesario» aumentar la planta judicial para dar «cumplida respuesta» a los damnificados por las inundaciones que asolaron la comarca de la Vega Baja a mediados de septiembre. La presidenta del Tsjcv aseguró que este fenómento ha puesto de manifiesto la «deficiente» situación de diversos edificios y la «necesidad».