Las becas de Necesidades educativas especiales (NEE ) que ofrece el Ministerio de Educación (dentro de las conocidas como becas MEC) ofrecen distintos importes como subvenciones para enseñanza, transporte, comedor, residencia, libros, material didáctico y reeducación pedagógica o del lenguaje, de alumnos con necesidades derivadas de discapacidad o trastornos de conducta, o para programas dirigidos a alumnos con altas capacidades intelectuales.

Dentro de estas ayudas se encuentran las que son específicas para que las familias puedan sufragar terapias privadas. La beca, de 1.800 euros al año, permite a los niños y niñas asistir 45 minutos a la semana a un logopeda y otros tantos a la semana a sesiones de pedagogía terapéutica. Y esas ayudas van a menos. Entre el curso 2017-2018 y el de 2015-2016, 467 menores valencianos han dejado de percibirlas. Ahora bien, el curso anterior fueron 787 alumnos los que se quedaron sin ella. Estos son los últimos datos disponibles del ministerio. Desde hace una década la media de alumnos valencianos que perciben la ayuda estatal ronda los 10.000.

El curso pasado, el ministerio becó a 10.705 alumnos con necesidades especiales para sufragar terapias ptivadas (4.248 en Alicante, 1.378 en Castelló y 5.079 enValència). Se trata de ayudas directas para los alumnos, incluyendo a los afectados por TDAH (Trastorno por déficit de atención por hiperactividad), que requieran apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta. También comprenden subsidios por necesidades educativas especiales derivadas de discapacidad o trastorno grave de conducta para familias numerosas; y ayudas para programas específicos complementarios a la educación reglada para alumnado con necesidad específica de apoyo educativo asociado a altas capacidades intelectuales.

Levante-EMV publicó el pasado mes de marzo que el ministerio estaba rechazando este año las solicitudes de los alumnos valencianos que cuentan con ayuda en el centro ordinario o asisten a un aula específica (aula de comunicación y lenguaje denomidas CyL). Las resoluciones argumentaban que rechazaban la beca a estos alumnos porque «ya tienen los servicios de reeducación pedagógica y del lenguaje cubiertos por el Gobierno autónomo o Administración competente en el centro escolar».

De hecho, mientras el ministerio beca a una media de 10.000 alumnos valencianos desde hace una década, la Conselleria de Educación hizo lo propio con 115.150 alumnos solo el curso 2017-2018, el último año que publica la Administración central.

La Conselleria de Educación defiende la inclusión en las aulas con datos. Aseguran que el sistema público valenciano cuenta en la actualidad con cerca de 3.400 docentes y personal de apoyo más que hace cuatro años (trabajando en atención directa a alumnado con necesidades especiales) con una inversión de 100 millones.

Además, este curso la Comunitat Valenciana cuenta con 70 unidades específicas más que en el 2014-2015, lo que supone un aumento del 49 %. También destacan que se ha tripicado el personal de la Atención Domiciliaria a escolares y recalcan un decreto de inclusión «que cambia el paradigma y plantea una educación inclusiva integral para todo el alumnado».

Las familias, sin embargo, aseguran que las becas del ministerio son «un plus necesario» porque «la teroía es una cosa, y la práctica es muy diferente».

De hecho, la Plataforma Defensa TEA alertó hace meses de unas ayudas del ministerio que iban a menos y suponen un «gran refuerzo» para las familias. La gran parte de solicitudes de las becas del ministerio repsonden a familias de alumnos con TEA (Trastorno del Espectro Autista).