El conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, se convirtió ayer en portavoz del Consell por un día en ausencia de la vicepresidenta, Mónica Oltra, que lleva toda la semana de misión comercial en China en apoyo de diferentes sectores económicos valencianos.
La decisión de sustituir a la portavoz compete directamente al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que en esta ocasión ha preferido a su hombre fuerte en el Consell para ocupar el puesto.
La decisión ha despertado alguna suspicacia porque a diferencia de lo que ocurría en el Botànic I, la portavocía ha recaído en un miembro del PSPV pese a que en la actualidad existe un vicepresidente segundo, el podemista Rubén Martínez Dalmau, que en rango está por delante de los consellers y solo por detrás de la vicepresidenta Oltra y del presidente.
Hasta ahora lo habitual era que cuando Oltra no había podido acudir a las ruedas de prensa en las que el Consell informa cada viernes de los acuerdos de gobierno, la delegación de esta función recaía en otro miembro de Compromís, el titular de Transparencia, Manuel Alcaraz.
Pero ayer, la ausencia de la actual titular de Transparencia, Rosa Pérez Garijo, de baja tras romperse el brazo y sufrir un esguince de tobillo tras una caída en la recepción del Nou d'Octubre, y el hecho de que el pleno del Consell tratara varias cuestiones sobre infraestructuras, según fuentes del Consell, llevaron a España a informar a los periodistas de los asuntos tratatos en la reunión, que también de forma circunstancial se celebró en Alicante.
Así, ayer fue la primera vez que un miembro del PSPV ejercía de portavoz desde que se constituyó el primer Consell del Botànic en 2015. Y no se trata de un conseller cualquiera. España, que fue jefe de gabinete de Ximo Puig durante la pasada legislatura, es una de las personas más cercanas al presidente e incluso es visto en muchos sectores como su delfín en un futuro relevo como candidato socialista a la Generalitat.
Una idea de promoción de España que tomó más fuerza cuando en la confección del segundo Pacte del Botànic, el presidente decidió dar la mayor visibilidad posible a España al convertirlo en conseller de Política Territorial y otorgarle una gestión con peso en el día a día como las infraestructuras y con relevancia mediática ya que le convierte en el interlocutor con los empresarios y en el encargado de dar cohesión a la Política Territorial, uno de los ejes del Botànic.
Cuando la designación de España como conseller abrió el debate sucesorio el pasado mes de junio, el presidente Puig intentó despejarlo al deslizar que no tendría inconveniente en presentarse a una nueva legislatura pese a que meses atrás él mismo había puesto como tope los ocho años al frente de la Generalitat.
Sin embargo, la sustitución de Oltra por España tiene también la lectura de que se ha pasado por alto la jerarquía del Consell ya que el vicepresidente segundo, Martínez Dalmau no ha podido tener la plataforma mediática que supone la portavocía, aunque fuera de forma momentánea.
Dalmau tenía ayer la agenda prácticamente vacía y este verano, en ausencia de Puig y Oltra, sí ejerció de presidente en funciones a mediados de agosto.
No hay norma para la sustitución
Fuentes cercanas a Dalmau señalaron que no existe una norma para la sustitución momentánea de la portavocía y rechazaron que existiera ninguna susceptibilidad con la decisión adoptada por el presidente y señalaron que se prefirió que fuera el conseller por los temas relacionados con su área.
