Unas 200 cabezas tractoras recorrieron ayer el centro de València para reclamar una revisión de la aplicación de las subastas de precios para definir el precio de los servicios («tender»), que se han convertido en «una puerta a la competencia desleal».

Esas subastas derivan en precios por debajo de los costes de los transportistas, lo que crea una situación «muy compleja» que necesita solucionarse, según explicó el presidente de la organización de transportistas autónomos Transcont CV, Víctor González, durante la marcha.

Los transportistas recorrieron las calles haciendo sonar sus bocinas. En concreto, pasaron por Tres Forques, el Paseo La Pechina, Plaza Tetuán, Porta de la Mar, calle Colón, Xátiva, Marqués de Sotelo y la plaza del Ayuntamiento. A continuación, marcharon por la calle de las Barcas, la Porta de la Mar y el puente de Aragón, hasta la avenida del Puerto, para salir de nuevo a la V-30.

Con esta protesta, Transcont quiere dar visibilidad a sus denuncias sobre el aumento permanente de los costes asociados al transporte y el uso de la subasta, y a la reclamación de que las administraciones, en especial la Conselleria responsable de Transportes, tomen medidas al respecto.

Transcont reclama una mesa de trabajo que reúna a las organizaciones profesionales y a la administración para trabajar conjuntamente sobre el desarrollo de un plan de inspección para combatir la competencia desleal y otras cuestiones, ante una situación «insostenible» y «no merecida» por un colectivo que lleva 30 años al servicio del puerto y emplea a mil personas.

«Nos merecemos que nos atiendan, no que nos den palmaditas en la espalda sino que se creen mesas de trabajo permanentes», manifestó. Según González, en estas subastas no existen las bajas temerarias y por tanto el precio se sitúa la mayoría de las veces por debajo de los costes de los transportistas.

Transcont, que representa a 800 transportistas autónomos, también alertó de los problemas generados por las colas de acceso a las instalaciones del puerto por una «infraestructura deficiente» que obliga a los camiones a pasar por un solo acceso situado en la zona sur. Y de la situación generada por la entrega de contenedores vacíos sin revisión, que obliga a cambios y devoluciones.