La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica pone ahora el cerco a dos especies exóticas invasoras, la carpa (Cyprinus carpio) y el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii). Ambas suponen una «amenaza grave» para la fauna autóctona y los ecosistemas acuáticos de los parques naturales de l'Albufera y de El Fondo, en Elx.

En el caso de la carpa, el plan de control tiene una vigencia indefinida, con revisiones cada cinco años para evaluar el cumplimiento de los objetivos. En cuanto al cangrejo rojo, su comercialización solo estará autorizada durante un lustro, prorrogable en función de las revisiones quinquenales. La puesta en marcha de estas planificaciones no supone costes derivados para la Generalitat, pues se espera un beneficio económico para las entidades colaboradoras por la venta de los ejemplares capturados.

La carpa ha encontrado en el lago de l'Albufera un enclave perfecto para sus características, pues es muy resistente a la falta de oxígeno y al agua turbia. Su forma de alimentarse, succionando los sedimentos y expulsándolos de manera continuada, provoca un impacto muy negativo sobre la vegetación sumergida, que acaba desenraizada. Este deterioro de la flora perjudica a su vez a otras especies que requieren de este tipo de hábitat. Su presencia masiva aumenta la cantidad de nutrientes, las concentraciones algales a la vez que provoca un decrecimiento de macrófitos ( plantas acuáticas) y la reducción de la fauna nativa. Una auténtica bomba de relojería.

El Servicio de Vida Silvestre ya ha alertado del daño de la carpa en lagunas de gran valor ecológico para la conservación de las aves como es El Fondo. De hecho, el embalse de Levante, que desde finales de los años noventa y la primera década de 2000 era la mejor zona de cría de malvasía, cerceta pardilla y otras acuáticas, ha dejado de ser atractivo para estas especies amenazadas como consecuencia del deterioro provocado por el elevado número de carpas presentes. De hecho, el declive de la malvasía cabeciblanca está relacionado con el creciente impacto de la carpa.

Respecto a l'Albufera, se destaca que las capturas por parte de la Comunidad de Pescadores de El Palmar a partir de 2005 «puede haber influido de manera positiva en la recuperación de los macrófitos durante los últimos años». Algo ya constatado en la laguna de Zóñar (Córdoba), donde la drástica reducción de la carpa se vio acompañada de una recuperación gradual. Cuando las tareas de mantenimiento de erradicación se paralizaron, los efectos positivos desaparecieron. Un estudio llevado a cabo por la Generalitat y el Servicio Devesa-Albufera para medir su evolución reveló que ésta representaba, entre 2005 y 2007, el 21 % del total de la comunidad piscícola de l'Albufera.

El cangrejo rojo, negativo para el cultivo del arroz

El profundo impacto del cangrejo rojo americano ha llevado a los técnicos a clasificarlo como «especie ingeniera o transformadora», ya que la vegetación subacuática supone el setenta y cinco por ciento de su dieta. Su hábito excavador incrementa la turbiedad del agua y además tiene consecuencias negativas para el cultivo del arroz, ya que hace permeables sus motas de contención y dificulta el control de los niveles de inundación del arrozal. Originario del noreste de México y sur de Estados Unidos, ha colonizado también la práctica totalidad de embalses y ríos valencianos, al igual que la carpa común.