La exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, prevista para este jueves, sigue provocando reacciones dispares entre las distintas formaciones políticas. Mientras desde el PSPV se anuncia una campaña «Por dignidad y memoria», en la que los socialistas plantean «actos de reparación colectiva», el portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, lanzó duras críticas por lo que considera «una escenificación pornográfica» utilizada como «gran argumento» electoral por el PSOE.

El secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, la secretaria de Memoria Democrática del PSPV, Alicia Piquer, y el cabeza de lista del PSPV-PSOE al Senado por la provincia de València, Javier de Lucas, presentaron ayer la campaña «en positivo», que incluirá actos de memoria, recuerdo y reparación que rinden homenaje a las personas que lucharon por la democracia en España y en la Comunitat.

«Como Estado democrático de primer nivel lo primero que debemos hacer es reparar la memoria y la justicia de todos los represaliados», aseveró Muñoz, quien destacó también la necesidad de «continuar trabajando en la aplicación de la Ley de Memoria Democrática».

Para el dirigente socialista, «la exhumación del dictador es una victoria de la democracia española y un momento histórico para nuestro país». «Era necesaria para que España se igualara a las democracias más modernas y garantistas de Europa», sentenció. En la misma línea, el cabeza de lista del PSPV-PSOE al Senado por València, el catedrático Javier de Lucas, consideró que la actuación del Gobierno «sitúa a España en la legalidad internacional». Entretanto, el senador de Compromís Carles Mulet criticó los 63.000 euros del coste de la exhumación, en la que se van a emplear dos coches fúnebres y dos helicópteros, y el uso de fondos públicos para la operación. «Será trasladado de un mausoleo público a otro público», lamentó.